Se lo dio vuelta al canario el miércoles a puertas cerradas y el domingo no tuvo piedad de Defensores para reacomodarse a un escenario hostil que se le presentó.

La cosa no comenzaba bien. Iban 5 minutos cuando Agustín Espinosa clavó un teledirigido desde afuera del área, con el revés de su pie derecho para clavársela al ángulo de Núñez. Está de más, decir que fue un golazo.

Para colmo, la “T” perdía una pieza clave: Diego Díaz se iba por expulsión tras un cruce con Rodrigo Stadelman y así el actual monarca que tiene la Liga se quedaba con 10.

Pero el tallarín resurgió y cuesta arriba consiguió un penal a favor. Adrián Ortiz no falló nuevamente y puso cifras en empate 1 a 1.

Pero en el ST Talleres que se hace gigante por arriba aplicaría una de sus armas predilectas. Alcides Blanco decretaría el 2 a 1 con un cabezazo tras un córner desde la derecha.

Poco tiempo después otro tiro de esquina de esa misma zona, lo encontraría al 9 para nuevamente clavar otro gol. Sí, con la misma moneda la “T” se ponía 3 a 1 en un puñado de minutos.

Parecía partido liquidado, pero el ingreso de Martín Graziano le tendría una positiva y una negativa. Primero el juvenil estrelló un remate en el travesaño tras una salida trunca del arquero con los pies. Después se haría expulsar por otro cruce con Stadelman y así, su equipo quedaría con 9.

Quedaría tiempo para que Núñez pite la pena máxima para el Sur y que Franco Olier abra el pie para vencer a Sandro Núñez y ponga suspenso al mediodía del domingo.

De todos modos, la semifinal volvió a dejar en una final al tallarín y en las puertas de una definición al Defe que realizó una gran campaña, pero no le alcanzó.

Ahora se reedita la final del 2017 enfrentando a Malvinas y espera sea otra vez con final feliz en búsqueda del bicampeonato. El Rey está vuelta…