En el plenario de las comisiones de Presupuesto, Ciencia y Tecnología y de Salud de la Cámara Alta, convocado para las 14.30, se debatirá sobre el proyecto sancionado casi por unanimidad en Diputados (hubo sólo un voto en contra) el 23 de noviembre del año pasado.

Como ocurriera en la Cámara Baja, nuevamente la polémica se planteará por la autorización o no de las plantaciones domésticas de cannabis para fabricar después el aceite medicinal, pero, según adelantaron voceros legislativos, la idea es avanzar con el dictamen y la sanción de la norma en la próxima sesión.

La norma sancionada prevé pruebas de siembra a través de organismos públicos como el INTA y el Conicet, creando además un registro de pacientes, en el que los familiares podrán inscribirse. Así, la iniciativa no legaliza el autocultivo y se limita a habilitar al Estado para importar aceite cannábico y producirlo en el futuro, para después entregarlo gratuitamente a los pacientes que cumplan con la normativa requerida a fin de recibir la sustancia medicinal.

Además, crea un programa oficial para que el Estado importe y provea aceite de cannabis (importado por el Anmat) a las personas necesitadas y promueva estudios científicos sobre su utilidad.