7 de marzo de 2017
Un grupo unido
LA FOTO CLÁSICA. Malvinas donde va se saca una foto grupal como anécdota de su paso por allí.
La intimidad del Club Las Malvinas hace ver que el equipo no sólo tiene un objetivo común y un sueño grande, sino que el grupo es lo primero que se forjó para ir en busca de ellos.
Un domingo a puro sol y una jornada fantástica para ver fútbol. Son las 12:30 y los jugadores ya están listos en las dos combis que trazarán un recorrido de un poco más de 153 km para llegar a destino a disputar un partido trascendental.
El equipo tuvo su charla técnica y ya almorzó, mientras que los ayudantes ya están cargando todo en las traffic para que no falte nada: Indumentaria, elementos para la entrada en calor, botiquín, conservadora y una bolsa de pelotas, entre otras cosas.
A los jugadores se los nota serenos y muy concentrados, no desperdician energías en otra cosa, más que imaginar situaciones de fútbol y lo que se están por jugar. Mientras están ya listos para salir el presidente de la Institución Quicho Olier arenga con una bandera y se mete de lleno en el transporte cantando por Malvinas mientras hace un discurso motivador para los players.
Ya llegados a San Gustavo hay tiempo para la entrada en calor. El grupo de jugadores siguen todos juntos con sus familiares armando un gran grupo, mientras observan cómo la gente de Malvinas va llegando.
Ya en el campo de juego, mientras la chanchita Gómez arma con conos la zona de trabajo previa, el equipo se saca fotos con su delegación, pero terminada la zona de confort es Pedro Zuchuat quien los llama al vestuario para ultimar detalles tácticos y predisponerse con pecheras naranjas listos para la los movimientos precompetitivos que serán alrededor de 15 minutos. Tras eso, el último trote hasta el vestuario es aplaudida por su gente que la da sus primeros abrazos de calor.
En el encuentro, hay gestos de fastidios entre líneas porque Malvinas apenas comenzado el encuentro no encontraba el balón y carecía de situaciones, mientras sufría. Desde el banco se intentaba ordenar, mientras que en el fondo Cachape Chaparro era la voz de mando.
Tras la expulsión el equipo dejó de hablar y se metieron de lleno en un encuentro que terminó con dominio absoluto del equipo de Federal. Luego de los festejos llegó la hora de atender a la prensa, mientras familiares llegaban abrazar a los jugadores con un festejo mesurado, sabiendo que aún resta para cerrar la llave.
La vuelta hace ver que el grupo está bien, mientras un alto dirigente nos cuenta que lo primero que se armó para poder encarar este torneo es un grupo de jugadores que ya han vestido esta camiseta, que saben lo que es el ambiente de Malvinas y jugadores con personalidad.
El diario de viaje se vio la intimidad de un equipo dispuesto a alzar la copa por primera vez a nivel clubes en Federal, pero saben que jamás deberán faltarle el respeto a un rival que ya sabe lo que es amargar un conjunto local. Restan 90 minutos y Malvinas lo sabe. Un grupo unido…