14 de marzo de 2017
Todos al 10
ABATIDO. Lagos demuestra desazón tras el pitazo final de una final que que quedará en utopía.
Escuela Tabares llegó preparado para un duelo a todo o nada. Salió a cruzarlo cada vez que tenía la pelota Pablo Lagos que lo terminó absorbiendo la marca. Malvinas careció de un Plan “B” para poder desequilibrar.
Pelotas aéreas cruzadas de una banda hacia la otra para poder atacar las espaldas de los laterales. Malvinas que no pudo infiltrar balón a la última línea, ensayó durante el encuentro unas 5 veces esa misma jugada, con Ariel López ingresando por el segundo palo.
Pablo Lagos, el jugador más desequilibrante del torneo para Malvinas se vio absorbido en la marca, se lo vio demasiado estancado por el centro del área y algunos metros más atrás. Esa posición le facilitó el trabajo a los centrales y los mediocampistas para hacerle un laberinto imposible de salir para él.
De todos modos, llegar por los costados también fue otra variante que nunca tuvo una resolución final para poder quebrar la defensa rival, que capitalizó todos los centros a su aérea. Y cuando no, estaba un arquero gigante como Sandro Núñez, héroe de una epopeya para los de San Gustavo.