El gobierno nacional sorprendió a todos, incluso a los empresarios, con el acuerdo firmado la noche del lunes para evitar despidos. Así surge de la declaración de uno de los protagonistas del cónclave que se realizó en Casa Rosada, quien admitió que algunos hombres de negocios se sintieron "forzados" a acatar la tregua propuesta por el presidente de la Nación.

"Para muchos empresarios que no tienen una tradición de despedir gente suscribir un acuerdo de estas características es forzarlos, sí", analizó Jaime Campos, presidente de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), en diálogo con Luis Novaresio en radio La Red.

El Poder Ejecutivo citó a los representantes de las principales cámaras empresarias del país el lunes al mediodía. Si bien hubo algunas conversaciones previas, muchas de las personas que fueron convocadas a Casa de Gobierno no sabían para qué las habían convocado. Además de comprometerse a no despedir empleados durante al menos 90 días, los ejecutivos rubricaron un escrito en el que se manifestaron dispuestos a "generar planes de inversión" y "trabajar junto al gobierno nacional y los sindicatos en una agenda de desarrollo".

Campos aseguró que hubo varios representantes del sector privado que acudieron a la cita del Gobierno porque están convencidos de que hay que apoyar al país en este momento y coinciden en que el cepo laboral que discute el Congreso puede ser contraproducente para atraer capitales externos.

Sin embargo, admitió: "Hubo gente que se preguntó si era necesario firmar un papel".Dudas mucho más fuertes fueron las que invadieron a los sindicalistas que estuvieron en la Rosada. Sucede que los representantes de los trabajadores no sólo no rubricaron el acta compromiso sino que tampoco estuvieron en el Salón Blanco cuando Mauricio Macri contó los detalles del entendimiento.Entre los presentes, se confirmar que estaban los sindicalistas Antonio Caló (metalúrgicos) y Luis Barrionuevo (gastronómicos), de las CGT Alsina y Azul y Blanca, respectivamente; José Luis Lingeri (Obras sanitarias), Carlos West Ocampo (Sanidad), Armando Cavalieri (Comercio), Gerardo Martínez (construcción), Roberto Fernández (colectiveros), Juan Carlos Schmid (Dragado y balizamiento), Guillermo Pereyra (petroleros), Omar Maturano (maquinistas ferroviarios) y Gerónimo "Momo" Venegas (peones rurales).

Además de Campos, los empresarios que aceptaron la propuesta del Gobierno fueron Cristiano Rattazzi (Fiat Argentina), Claudio Belocopitt (Swiss Medical), Miguel Blanco (IDEA); Luis Pagani (Arcor); Eduardo Elztain (Grupo IRSA); Enrique Cristofani (Santander Río); Alfredo Coto; Luis Cabrales; Luis Miguel Etchevehere (Sociedad Rural); Miguel Acevedo (Aceitera General Deheza); Luis Betnaza (Techint); Facundo Gómez Minujin (JP Morgan); Teddi Karagozian (TN Platex); Carlos Melconian (Banco Nación).