Gualeguaychú vivirá mañana una extensa jornada política, que será seguida con atención por todo el país. Las posiciones encontradas respecto a la política de alianzas que para las próximas elecciones se dará el partido con mayor desarrollo territorial de la oposición argentina, pronostican que el sábado será un largo día, y que posiblemente no se alcancen a cerrar las deliberaciones durante la misma jornada. 

El punto de arranque será a las 10 de las mañana, cuando comiencen a producirse las acreditaciones de los 337 convencionales del radicalismo de todo el país. Pero se estima que la sesión de la Convención Nacional de la UCR que tendrán lugar en el Teatro municipal de Gualeguaychú no empezará antes de las 14 o 15. 

Es que las horas del mediodía serán ocupadas por las reuniones previas que cada sector interno hará con el propósito de militar cada uno de los 337 votos. A medida que vayan arribando a Gualeguaychú, los convencionales serán demandados por los operativos de persuasión de cada grupo, que buscarán completar cara a cara lo que en estos días previos iniciaron por teléfono. 

Ya han alquilado salones, clubes, lugares dispuesto para receptar el turismo, como complejos de cabañas y hoteles para que funcionen a modo de bunkers de distintos grupos internos. Habrá seguramente muchos “almuerzos de trabajo” que terminarán definiendo votos. 

Todo indica que la posibilidad de un consenso está cada vez más lejos y que la definición sobre el marco de alianzas que tendrá el radicalismo en el orden nacional y el candidato a presidente se terminará resolviendo por votación. 
Algunos conocedores de las tradiciones radicales estimaban ayer que la discusión será larga, tanto que posiblemente el sábado no alcanzará a saldarla y se verá obligado o ocupar hasta las primeras horas en la madrugada del domingo. 

La estimación de la duración de la convención se basa en el tiempo que insumirán los discursos y debates. Esto a pesar de que la Carta Orgánica de la UCR nacional es contradictoria con la que regula el congreso provincial del radicalismo, donde los legisladores provinciales y nacionales no conforman quórum, no votan, pero tienen voz. A nivel nacional no. 

Además de los convencionales, podrá hablar un representante de los bloques legislativos –se presume que serán Gerardo Morales y Mario Negri- y seguramente se dará el uso de la palabra a Ernesto Sanz y Julio Cobos, los dos máximos referentes de la UCR, entre los que saldrá el postulante a la presidencia, y que mantienen una visión contrapuesta en materia de alianzas. 

Se supone que el orden del día se adecuará en función de las novedades que vayan surgiendo en las conversaciones previas y paralelas a la sesión, sobre los dos temas centrales: la elección del candidato a presidente y la definición de los aliados, donde la discusión pasar por competir en las PASO sólo con el PRO de Mauricio Macri y la Coalición Cívica de Elisa Carrió, como propone Sanz; o habilitar una interna más amplia, que pueda incluir también al Frente Renovador de Sergio Massa, como defiende Morales por sus acuerdos en Jujuy y como parecería avalar Cobos, más indefinido en este plano, según permitió observar el debate que ambos presidenciables tuvieron en televisión este miércoles. 

Una variante que podría evitar un quiebre del partido –como algunos pronostican- sería eludir un acuerdo de exclusividad con el PRO y facultar al Comité Nacional a que termine de cerrar el asunto. Mucho pesarán aquí los delegados de las provincias que necesitan que el frente sea lo más amplio posible para ganar competitividad en sus territorios. 

Puede que el ordenador en ese tema sea el candidato a presidente que se imponga. Por eso se especula con que Cobos prefiere que la elección de candidatos sea antes, dado que es quien mejor mide en las encuestas. En cambio a Sanz le convendría discutir primero el marco de alianzas para proponerse luego como el candidato en mejores condiciones de llevarla a cabo. 

En cualquier caso, para la mirada provincial importan dos datos: 1) si el candidato es Sanz saldrá fortalecido Atilio Benedetti, si es Cobos, su contrincante por la gobernación, Fabián Rogel, y 2) la Convención daría la posibilidad a las provincias de ampliar -nunca disminuir- el marco de alianzas, atendiendo a su realidad territorial, con lo cual un acuerdo sólo con PRO en el orden nacional no impediría sumar al Frente Renovador en la provincia. 

Restricciones 

Todo ese debate, desarrollado al estilo y con los tiempos del radicalismo, bien puede llegar a la madrugada del domingo. 

Al principio se pensó en utilizar las instalaciones el club Juventud Unida, lo que hubiese permitido el acceso de público en las tribunas. Pero el caluroso clima de estos días terminó por descartar a un lugar poco apropiado para tan larga discusión. 

El teatro Municipal, que el intendente peronista Juan José Bahillo cedió a pedido de Benedetti, estará más fresco. Pero sólo dispone de unas 600 butacas, entre la platea, donde se acomodarán los 337 convencionales, y los palcos que ocuparán legisladores nacionales, miembros del Comité Nacional, autoridades partidarias. 

Para tener una idea del poco espacio disponible, basta mencionar que de Entre Ríos, la provincia anfitriona, sólo podrán ingresar 17 dirigentes, todos con cargos institucionales: autoridades partidarias provinciales y locales y legisladores. 

Se dispondrá un vallado que ordenará el ingreso al Teatro, sólo para los acreditados, debidamente identificados con distinto tipo de credenciales y colores de pulseras, según sean convencionales, invitados, periodistas. 
Como se espera una concurrencia de 1500 personas, se dispondrá una pantalla gigante a las puertas del Teatro, sobre calle Urquiza, por donde se podrán seguir las alternativas del debate.