POLITICA
13 de agosto de 2020
Deuda y vacuna: dos grandes éxitos que los medios y el macrismo no pueden aceptar
En tan solo una semana, dos anuncios del Gobierno hicieron trizas el mensaje desesperanzador y negativo que, desde los medios hegemónicos y con una oposición centralizada en Juntos por el Cambio, dispuesta a ejercer ese rol poniendo permanentemente palos en la rueda, con el indisimulable objetivo de debilitar la gestión de Alberto Fernández, apuestan al fracaso.
Por un lado, el exitoso acuerdo con los bonistas por la deuda externa, y por otro, el hecho de que nuestro país está en condiciones de producir entre 150 y 250 millones de vacunas contra el coronavirus destinadas a toda Latinoamérica, son dos acciones que desbarataron las operaciones en marcha que apuntan hacia cualquier logro del gobierno del Frente de Todos.
Títulos catástrofe y comentarios apolípticos por parte de los Leuco, Majul, Lanata, Morales Solá y compañía, fueron, son y seguirán siendo una constante a la hora de lanzar críticas, en muchos casos despiadadas y sin un basamento real, contra todo lo que haga y digan el presidente y sus funcionarios, sin rescatar jamás algún aspecto positivo.
Así es como lo hicieron respecto al acuerdo con los bonistas, donde hasta horas antes de cerrar exitosamente las duras negociaciones, subestimaban al ministro de Economía, Martín Guzmán, presentándolo por poco como un joven inexperto que jamás podría estar en condiciones de discutir con los pesos pesado de Wall Street.
Sin embargo, en la madrugada del 4 de agosto, finalmente se anunció que había humo blanco en el marco de las prolongadas y por momentos tensas negociaciones entre el Gobierno y los acreedores internacionales. Lo cierto, es que la firmeza y paciencia que demostró Alberto Fernández desde el día que asumió, hace 8 meses, y el espíritu negociador que supo llevar adelante Guzman, fueron determinantes para cerrar la reestructuración de la deuda.
Lo que más destacan los economistas y hasta los grandes centros financieros internacionales, es que este acuerdo puede ser un punto de inflexión para reencauzar la economía hacia un ciclo de crecimiento de largo plazo, ya que este buen final significa una mejora financiera importante para la Argentina, al lograr un alivio relevante en el peso de la deuda, superior al que se hubiera imaginado cuando empezó el proceso de negociación, a principios de año.
Y al mismo tiempo, se despeja un horizonte que venía por demás complicado, porque hay una reducción importante en el peso de la deuda, especialmente en los primeros años, debido a que los plazos de pago son más largos y a que hay una reducción muy importante en los pagos de intereses.
A partir de este canje Argentina enfrentará vencimientos de los títulos externos sólo por 4.500 millones de dólares en los próximos 5 años, en lugar de los 30.200 originales. Si consideramos el trato equitativo para el canje local, el alivio para los próximos 5 años totaliza los 42.500 millones de dólares.
Además, esta forma exitosa de haber cerrado la negociación de la deuda, sin lugar a dudas abre un nuevo panorama para el país en materia financiera y económica, sobre todo por el probable aflojamiento de las presiones de los bonistas desarrolladas a través de los medios hegemónicos.
Y ayer, el anuncio de Fernández, confirmando que el Laboratorio AstraZeneca firmó un acuerdo con la fundación Slim para producir entre 150 y 250 millones de vacunas destinadas a toda Latinoamérica con excepción de Brasil, y que estarán disponibles para el primer semestre de 2021 y será distribuida equitativamente entre los países que así lo demanden.
Pero sin lugar a dudas, lo más significativo es que la producción latinoamericana estará a cargo de Argentina y de México, lo que permitirá un acceso oportuno y suficiente de la vacuna a toda la región. “Serán los puntos referenciales y me alegra que podamos traer una solución al continente. Es una linda noticia, un dato esperanzador”, destacó el presidente.
Por su parte, el ministro de Salud, Ginés González García, enfatizó: “Hoy hemos acortado mucho tiempo, y además, el acuerdo de producción local de una vacuna es nada menos con la que parece ser una de las mejores de las que se están desarrollando, tiene un avance que permite pensar que estará antes que las otras; si a eso le sumamos que tiene un precio infinitamente menor, esta costaría como máximo cuatro dólares, porque está hecha con un sentido de bien común”.
Y tal como había ocurrido con el tema de la deuda, en esta cuestión también imperó el ninguneo hacia el gobierno, cuando se insistía en que la Argentina no sería tenida en cuenta por aquellos países que están probando la vacuna, y que a lo sumo podríamos intentar con la elaborada en Rusia que, para las grandes naciones, no resulta confiable, a diferencia de la desarrollada por la Universidad de Oxford.
Por eso mismo, ayer, cuando Alberto confirmó que se producirá en el país la vacuna contra el Covid, no con la producida en tierras soviéticas sino con la de Oxford, dejó balbuceando y sin argumentos a los agoreros de siempre.