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NACIONALES

3 de octubre de 2017

Por la rebaja de retenciones a la soja, el Estado se perderá de recaudar 1039 millones de dólares

Desfinanciamiento del Estado
El problema del ingreso de dólares a las arcas del Estado nacional no es nuevo. La economía de la nuestro país está condicionada -desde siempre- por el ingreso y egreso de dólares. Se conoció que debido a la rebaja de las retenciones a la soja, el Estado se perderá de recaudar 1039 millones de dólares que surgen de lo que los empresarios sojeros tienen previsto vender el próximo año. El objetivo del gobierno es bajar seis puntos de la retenciones a la soja durante el 2018 de manera escalonada. Según un informe de la Bolsa de Cereales de Rosario se estimó que la transferencia de recursos a los sojeros será equivalente al uno por ciento de los ingresos fiscales totales.

El Estado se perderá de recaudar 1039 millones de dólares por la rebaja de retenciones al complejo sojero prevista para el próximo año. Después de suspender la reducción en las alícuotas durante un año el proceso de eliminación de los derechos de exportación será retomado a partir de enero. La quita será de 0,5 puntos porcentuales por mes para descontar 6 puntos porcentuales a finales de 2018. En ese momento la alícuota a la exportación de porotos de soja pasará a 24 por ciento y la que corre para los subproductos llegará a 21 por ciento. Un informe elaborado por los técnicos de la Bolsa de Cereales de Rosario (BCR) estimó que la transferencia de ingresos a los sojeros será cercana al 1 por ciento de los ingresos fiscales totales. Así, la recaudación en concepto de retenciones pasará del 4,5 por ciento del total al 3,6 por ciento en doce meses. El Ministerio de Agroindustria registra la retención de 20 millones de toneladas de soja. Al postergar los envíos, los productores no solo apuestan a lograr un beneficio impositivo sino también presionan por un tipo de cambio más elevado.

Apenas asumió, el presidente Macri eliminó los derechos de exportación para las ventas de trigo, maíz, girasol, carne, productos de las economías regionales y redujo de 35 a 30 por ciento el gravamen para el complejo oleaginoso. La transferencia de ingresos hacia el sector agroexportador al comienzo del nuevo Gobierno se potenció con el salto cambiario validado en diciembre de 2015 con la eliminación de las regulaciones cambiarias. En ese momento, la Casa Rosada prometió a los sojeros que las retenciones bajarían 5 puntos adicionales los años subsiguientes para llegar al 0 por ciento en 2022. Pero el año pasado el Gobierno dio marcha atrás ante la depresión de los ingresos fiscales por la recesión y anunció que las alícuotas se mantendrían inalteradas durante 2017. Con el nuevo esquema, las retenciones sobre el principal cultivo del país y primer generador de divisas bajarán del 35 por ciento de diciembre de 2015 al 18 por ciento en 2019, en lugar de llegar al 15 por ciento como había prometido Cambiemos en la campaña presidencial. El campo no fue el único sector beneficiado por la rebaja de derechos de exportación impulsada por el gobierno de Mauricio Macri, sino que las industrias exportadoras y las mineras también anotaron importantes ganancias.

El informe de la BCR minimiza el costo fiscal de la medida al señalar que la reducción impositiva incrementará el ingreso disponible de los productores que “procedan a gastar más en bienes de consumo o nuevas inversiones” y “de este modo, es muy probable que esa cifra se compense con mayor recaudación de otros tributos”. Las proyecciones fiscalistas de la BCR omiten las implicancias que tendrá la nueva transferencia de ingresos en materia de dolarización y fuga. Pero, incluso cuando ese no sea el camino elegido y los sojeros decidan incrementar sus niveles de consumo, el desempeño de la demanda interna posterior a la última quita de retenciones mostró que el incremento en los ingresos reales de esos sectores impulsa el consumo de bienes importados en detrimento de la producción nacional.

El nivel de retención de la producción es semejante al que existía antes de las elecciones presidenciales de 2015 cuando lo habitual para el tercer trimestre es que el stock sin vender ronde las 10 millones de toneladas. El comportamiento especulativo del complejo sojero replica lo observado antes de las primarias cuando la cotización del dólar escaló hasta los 18 pesos.  Fuente: Página 12

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