El precandidato a senador nacional por la provincia de Buenos Aires encabezó un masivo acto en Isidro Casanova, La Matanza, un fuerte del kirchnerismo. Allí, en compañía de sus compañeros de lista, apuntó contra la ex presidenta y ahora precandidata Cristina Fernández, quien se negó a participar de una interna, y dijo que “la soberbia nos lleva inexorablemente a la derrota” y “la obsecuencia clausura el debate y si no hay debate, no hay futuro”.

Para Randazzo, “los leales a veces pueden disentir, los obsecuentes siempre traicionan”, y apuntó: “No creemos que debemos usar el peronismo, que cuando conviene somos peronistas y, cuando no conviene, lo tiramos a la basura. No somos así los buenos peronistas. Queremos respetar tres condiciones básicas para este espacio: no robar, no mentir y cumplir, y jamás traicionar a quienes decimos defender”.

El ex ministro del Interior y Transporte advirtió que “hoy en la Argentina se está destruyendo el capital social más importante que tenemos, que son los millones de trabajadores que sueñan con un país mejor”. Randazzo, irónico con Cambiemos, se preguntó “¿a quién le tocan el timbre, con quiénes hablan, quién les cuenta otra realidad que no sea la que estamos hablando acá?”.

En cuanto a la actualidad que está viviendo Argentina, expresó su oposición “a la apertura indiscriminada de las importaciones que matan a la industria nacional” y “a la reforma laboral que nos regresa a los ‘90, cuando duplicaron el desempleo ajustando con los trabajadores”. Randazzo también censuró “los aumentos de tarifas que matan clubes de barrio y centros culturales donde los pibes se mantienen lejos de los peligros de la calle”. “Será necesario que el próximo domingo reflexionen cuando el pueblo argentino se manifieste en las urnas”, confió, y concluyó: “No es tiempo de Cambiemos. Es tiempo de cambiar, es tiempo de Cumplir”.

El acto se llevó a cabo en el club Almirante Brown y participó su equipo de postulantes legislativos y militantes del peronismo bonaerense.