Durán Barba, otra vez polemizó y "repartió"
De cara a las próximas elecciones legislativas, el asesor político del presidente se expresó en relación al votante, defendió "la esperanza" en el ciudadano que apoya a Cambiemos y asoció al simpatizante kirchnerista con el delito.
El asesor político Mauricio Macri, Jaime Durán Barba, retomó el domingo su sendero de polémicas declaraciones contra el kirchnerismo.
Desde una columna publicada en el semanario Perfil, el ecuatoriano trazó un prefil sobre los “votantes duros”, es decir fieles a un candidato político, donde relacionó a quienes siguen a Cristina Kirchner con el desinterés por el trabajo y la educación, en contraposición a los macristas, que buscan “esforzarse para que sus hijos tengan un futuro mejor”.
En sus palabras se adivina lo que se perfilaba de la campaña electoral de Cambiemos: no buscarán convencer a quienes votaron alguna vez a la ex presidenta, sino que profundizarán al máximo las diferencias con ella.
En ese camino, las afirmaciones de Durán Barba -quien niega cobrar por su trabajo pero tampoco dice hacerlo gratis- llegaron a un nuevo nivel, cuando relacionó ya no al kirchnerismo, sino a sus votantes, con el delito. “Están vinculados a la economía informal, producen o venden mercaderías con marcas falsificadas, viven de subsidios, o es parte del millón de personas vinculadas al narcomenudeo en la Ciudad y en la Provincia”, aseguró.
Dentro de las razones que llevarían a alguien a votar “un líder mesiánico”, el ecuatoriano anota también ser un “férreo defensor de los derechos humanos”, alineado a la declaración del Presidente sobre el “curro” de esa temática.
Humildes de unos y otros
El voto duro de Cambiemos, en cambio, “tiene como factor común la esperanza: sientan o no que las cosas están mejor que hace un año, están convencidos de que es indispensable cambiar las cosas”, explicó.
Respecto de los votantes macristas pobres, el ideólogo de la campaña del PRO asegura que “a pesar de sus pobres recursos, gastan lo que pueden para que sus hijos estudien, progresen”, en contraste con los sectores más humildes de votantes kirchneristas, a quienes caracteriza como “faltos de esperanza de que mejore su situación, y normalmente no hacen esfuerzos para que sus hijos estudien y se preparen para un futuro que parece inalcanzable”.
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