Senado aprobó el miércoles con mayoría agravada y giró a la Cámara de Diputados el proyecto por el cual se establece la obligatoriedad de los debates públicos entre candidatos a presidente de la Nación, con la finalidad de dar a conocer y discutir ante el electorado las plataformas electorales de las agrupaciones políticas.

La propuesta fue aprobada por 46 votos a favor, contra 10 negativos (del kirchnerismo), sin que se registraran abstenciones.

La obligatoriedad comprende a todos los candidatos cuyos partidos superen el piso de votos establecido en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Aquellos postulantes que no cumplan con la obligación de asistir a los debates serán sancionados con el no otorgamiento de espacios de publicidad audiovisual.

El peronista chaqueño Eduardo Aguilar, uno de los autores de la iniciativa, explicó que “el proyecto en debate recoge una larga lista de proyectos” y que se buscó “lograr un dictamen que contenga los aportes de los distintos senadores”.

Apuntó que una ley de debates “nos puede llevar a mejorar nuestra cultura política”, y dijo que cuando un candidato va primero en las encuestas inmediatamente se niega a debatir.

A su turno, la kirchnerista Virginia García defendió un dictamen de minoría que -según explicó- se diferencia del que está en tratamiento en que abre “la posibilidad de tener y regular debates preelectorales que no sean obligatorios”.