El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, apuntó contra la madre del fiscal Alberto Nisman, Sara Garfunkel, y afirmó: “Si yo soy fiscal, la hubiera detenido para saber exactamente qué fue lo que sucedió”. En ese sentido, se preguntó: “¿Qué es lo que conoce? ¿Cuántas horas estuvo en el departamento?”.

El funcionario coincidió con la querellante de la causa que investiga la muerte de Nisman, Sandra Arroyo Salgado, en que el hallazgo del arma a nombre del fiscal fallecido en la causa de su madre cambia el escenario. “Debe ser la primera vez que coincido con Arroyo Salgado”, bromeó. Y señaló: “Cambia el eje de la discusión”.

Aníbal volvió a cargar sus dardos contra el perito informático Diego Lagomarsino, al señalar que la revelación de Sara Garfunkel también debilita a su posición. “¿Cómo hacemos para creerle a Lagomarsino que fue el que le enseñó a manejar la pistola si el fiscal tenía un arma propia? ¿Por qué estaba en la baulera de la madre? La actitud de la madre, hasta desde el punto de vista religioso de las personas judías, que le dan mucha importancia al duelo, es rara”, afirmó. Y se refirió al hecho de que Garfunkel retiró todo el contenido de la caja de seguridad que compartía con su hijo pocos días después de su muerte. 

Fernández también cuestionó al fiscal Germán Moldes por llevar adelante una "actividad parcial y decididamente en contra del Gobierno", al pretender que la denuncia de Nisman contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por presunto encubrimiento de la causa AMIA recayera en su colega Ricardo Wechsler.

"Es poco serio, Moldes quería un 'forum shopping' y dice que el fiscal (Javier) De Luca es de Justicia Legítima. ¿Qué quiere decir, que Moldes es de la justicia ilegitima? Parece que estamos en manos de gente que cada vez pierde más la cordura y la sensatez a la hora de expresarse. Poco serio, poco serio", dijo el funcionario al referirse al fiscal que finalmente deberá definir si avanza o no la investigación que hizo Nisman.