-¿Qué va a pasar mañana en Gualeguaychú?

-Me gustaría que la convención definiera el rumbo posible. Ni una utopía ni un cheque en blanco. Siempre defendí un frente lo más amplio posible. Es hora de verificar el frente posible, que hoy es con la Coalición Cívica y Pro.

-Sus primeras referencias a un acuerdo "lo más amplio posible" incluían a Massa. ¿Qué cambió?

-Que no podemos perder más tiempo explorando la posibilidad de que estén cuando del lado de la Coalición Cívica y Pro se ha dicho claramente que quieren un acuerdo que garantice la idea de cambio sin ninguna vinculación con el kirchnerismo. Esto es lo que hay. El 80 por ciento del radicalismo de base ya eligió con los acuerdos en las provincias.

-¿Está cediendo a los límites que impone Pro, como dice Cobos?

-No. De ninguna manera. No estoy cediendo. Estoy haciéndome cargo de una realidad que el radicalismo no puede soslayar más en el tiempo. Ha llegado un punto de maduración entre lo nacional y lo federal. Si no lo hacemos ahora, probablemente haya una disgregación que como presidente del partido debo evitar.

-¿Y después?

-No me niego a la amplitud del acuerdo después. Pero hay que arrancar desde un lugar. Y no veo un lugar más potente que no sea UCR, Coalición Cívica y Pro.

-¿Podrían sumar al Frente Renovador más adelante?

-Hasta cinco minutos antes del cierre de acuerdos se pueden dar acuerdos lo más amplios que se pueda. Lo que no se puede es llegar cinco minutos antes con el radicalismo sin una definición.

-¿La definición de la convención podría no ser tajante entonces?

-No, no. La definición tiene que ser clarita: vamos con Pro y la Coalición Cívica. Pero en Jujuy y La Rioja, donde hay elecciones unificadas y gobiernos feudales, se podría permitir la licencia de llevar, además del candidato a presidente de la coalición que armemos, a otro.

-Cobos dice que usted dejó pasar el tiempo para que UNEN se desintegrara...

-Es al revés. UNEN tuvo contratiempos de no poder administrar la diversidad. El tiempo no tuvo nada que ver. UNEN fue necesario pero insuficiente para el gran desafío: generar un espacio con suficiente competitividad, volumen territorial y capaz de generar un gobierno de coalición lo más amplio posible.

-¿No perdieron tiempo?

-Para nada. Si la UCR hubiera tenido que resolver esto el año pasado se hubiera fracturado en tres.

-¿Hoy hay riesgo de ruptura?

-De ninguna manera. Los hechos institucionales, lo de Nisman, consolidaron la idea de que es posible y necesario un cambio. El tiempo jugó a favor nuestro hasta acá, pero si no definimos ahora juega en contra.

-Si ganan el pacto con Pro y la candidatura de Cobos, ¿qué hace?

-Lo lógico es que cada candidato resuelva su suerte en función de su estrategia, que se va a votar primero. Si gana la estrategia de ir con Massa o quedarse en UNEN, no tengo nada que hacer como candidato, doy un paso al costado al minuto.

-¿Qué números maneja?

-Estoy muy confiado en mi propuesta y en mi candidatura.

-Cobos dice que su objetivo real es ser candidato a vice de Macri.

-No entiendo cómo pueden seguir insistiendo en eso. En 48 horas pondré mi suerte personal en juego, a todo o nada. Si soy candidato a presidente, no puedo ser vice. Y si la convención elige a Cobos, tampoco puedo ser vice. El cobismo no esperaba que yo fuera a dar esta batalla, y menos con la coherencia y el apoyo con la que la estoy dando, que no está del otro lado.

-¿Cuál es la incoherencia de Cobos?

-Por favor [molesto]. Cobos no supo decir qué piensa hacer el lunes si gana, si va a ir con [Margarita] Stolbizer, con UNEN o con Massa.

-Aliarse con Pro, ¿no es traicionar la identidad de la UCR?

-Para nada. La UCR va a este acuerdo defendiendo su identidad y sus valores. Los pone al servicio de una coalición en la que formamos parte de una coalición igualitaria con partidos con los que discutiremos un programa común.

-¿Es posible un programa común con Pro?

-Frente a las diferencias el radicalismo tiene una garantía: sus bloques de legisladores nacionales. Nada de lo que pueda hacer un presidente no radical puede pasar por los bloques nacionales así nomás.