El sol dio tregua este fin de semana a los pueblos inundados. Lentamente, el agua comienza a bajar y algunos evacuados se animaron a regresar a sus viviendas, para intentar quitar el barro que se impregnó en paredes, suelo y muebles.

Cerca de 1500 personas permanecen evacuadas en toda la provincia, como consecuencia de las inundaciones. Una buena parte de los evacuados se concentra en los pobladores de Idiazábal. Allí, las aguas cubrieron la totalidad del pueblo y las familias se relocalizaron en Ordoñez, Morrison y otras localidades vecinas.

Mientras tanto, a pocos kilómetros de Idiazábal, en Villa María, se mantiene activo el Comité de Crisis creado para contrarrestar los efectos de la crecida del río Ctalamochita. El secretario de Prevención Comunitaria y Derechos Humanos de la Municipalidad de Villa María, Carlos De Falco, indicó que tras cuatro días de sol, la situación allí “evidentemente la misma tiende a mejorar”.

“Se nota una bajante en los niveles del río, producto de que se está erogando menos cantidad de agua desde el dique Piedras Moras”, señaló el funcionario villamariense. Además, remarcó que de no registrarse nuevas lluvias en la cuenca alta del Ctalamochita, “el panorama para las próximas horas es absolutamente alentador”.

Las perspectivas también son alentadoras para la ciudad de Córdoba, ya que la bajante del lago San Roque ubicó el nivel de agua por debajo del vertedero, lo que deriva en un menor aporte para el caudal del río Suquía, que nace en ese espejo de agua y atraviesa la capital de Oeste a Este, para descargar finalmente en la laguna Mar Chiquita.

De acuerdo a los informes del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el viento provendrá del noreste y el clima continuará siendo favorable en las próximas horas. El pronóstico para la provincia anunciaba neblina por la mañana, cielo algo nublado y vientos moderados del noreste. Para la tarde y noche continuarían los vientos moderados del noreste, y el cielo estará parcialmente nublado.

LARGA RECUPERACIÓN

Sin duda, los días de sol aliviaron la tensión en los poblados y barrios que quedaron bajo el agua. Sin embargo, el panorama que se revela al bajar el agua resulta desolador. En toda la zona próxima a Idiazábal, así como en los pueblos ubicados sobre la ruta provincial 4, comenzaron a colapsar los pozos negros y las casas se llenaron de rajaduras debido a la excesiva humedad del suelo.

Si bien muchos pueblos no sufrieron la magnitud de la inundación que golpeó a las Sierras Chicas o a las zonas de Jesús María y Río Primero, también deberán afrontar tareas de limpieza y reconstrucción de viviendas y caminos.

Por lo pronto, esta semana se trataría en el Congreso un proyecto de ley para declarar “zona de desastre y emergencia económica y social” a las regiones de la provincia de Córdoba afectadas por las inundaciones, y el gobierno nacional ya habilitó un crédito blando por 540 millones de pesos para los damnificados por las inundaciones en Córdoba. Además, se espera que en los próximos días el Ejecutivo Provincial declare el estado de “emergencia agropecuaria” para el sector agrícola, tambero y ganadero en las zonas afectadas que, según estimaciones oficiales, sumarían alrededor de 500 mil hectáreas y 1000 tambos, totalizando unos 2000 productores.