Rogel coincidió en fecha con la movida encabezada por Mauricio Macri (Pro), el senador Alfredo De Ángeli y sus flamantes socios radicales, Ernesto Sanz, presidente del la UCR nacional y Atilio Benedetti, precandidato a gobernador. 

“Hoy en Gualeguaychú ocurrió un hecho político que es histórico, porque este es el único partido político institucional de la Argentina que ha funcionado hasta ahora como tal, que tiene una carta orgánica que viene a ser su ‘constitución’, donde cada uno está obligado a respetar esto y hoy ha habido un procedimiento similar al que critican del kirchnerismo en su metodología. Hoy, el presidente del partido se ha parecido mucho a lo que tanto se critica del kirchnerismo, que es decidir que uno representa a un partido tan importante y obviamente que Benedetti ha entrado en esa actitud”, expresó el diputado nacional. 

“Hoy, en un partido nacional y federal, donde cada distrito resuelve democráticamente en sus organismos de representación qué es lo que va a hacer, el señor Ernesto Sanz, junto con el señor (Atilio) Benedetti han intentado definir que este partido está en una góndola con un comprador único llamado Macri, y con un socio minoritario en la provincia llamado (Alfredo) De Ángeli. Llamativo, porque falta una semana para que la convención nacional determine, como corresponde a un partido democrático, no a un partido de capataces ni de dueños, discuta en profundidad cuál es el rol que la Unión Cívica puede jugar en la construcción electoral”, afirmó y agregó: “Aún ni siquiera se sabe cómo va a ser el cronograma electoral ni con qué Ley”. 

Macri es Menem 

- ¿Cuál es la lectura que hace de estos movimientos? 

– “Yo creo que en la Argentina se trabajó, por parte de determinados sectores económicos y de poder, para que la Unión Cívica Radical no tenga más partido; se trabajó para destruir UNEN. Esa fue la primera etapa. Lo vi, lo percibimos. Han logrado armar un podio de tres entre Scioli, Massa y el candidato al poder, que es Macri. Y han destruido la expectativa que se ha generado después del Teatro Broadway. La fase tres es bajarlo a Massa y entregarle este partido a la boca abierta del deseo de Macri, como si esto fuera un partido de circunstancia. Creo que la foto de hoy es para crear un clima. Esta noticia salió antes de cualquier diario de Entre Ríos en la Nación y en Clarín. 

En la crónica que hicieron se preguntaban qué irá a hacer Rogel. Me enteré por esos diarios que iba a haber esta movida acá. Esto de hoy agravia a los congresales del radicalismo, agravia a los convencionales que se van a reunir en una semana. Establece que una persona intenta incidir y generar una opinión, más allá de las opiniones individuales, de un estado democrático y de una organización política democrática. Creo que va a tener reacción adversa; la convención va a poner las cosas en su lugar”. 

- La juventud radical también se ha manifestado rechazando un acuerdo con Macri… 

– Me parece bien. A ellos, decía Alem, pertenece esta causa. Y creo que si algo tiene que hacer el joven, es preservar. Ninguna sociedad define su felicidad en una elección. Ningún partido define su destino en una elección electoral. Hay un 70 por ciento del pueblo argentino que advierte en el país un final de ciclo. La gente quiere también en la Provincia que hagamos algún tipo de alianza y una construcción política electoral con otros sectores. Yo en eso estoy de acuerdo. Pero una cosa es la UCR, que es el único partido en esta Provincia que pudo oficializar todas las candidaturas y que pudo oficializar hasta dos candidaturas en las juntas de gobierno, y otra cosa es poner este partido al servicio de uno. Me dicen que Masa estuvo con los Kirchner y yo digo: Macri es Menem. 

- ¿Qué pasaría si la convención decide avalar una alianza con Macri? 

– Se va a dividir el partido. Quien quiera llevar por una circunstancial mayoría la convención o el congreso a hacer un acuerdo con Massa o con Macri en exclusividad lo va a dividir. No estoy desde hace 35 años en el partido para regalárselo a los conservadores. La razón de ser de la Unión Cívica Radical ha sido justamente esa. Puedo convivir en una coyuntura, mal me pese, en una gran PASO con estos dos candidatos que quieren convivir con un arreglo, pero no puedo bajo ningún punto de vista firmar el acta de defunción.