Excelentísimo Señor Ministro de Hacienda y Finanzas de la República Argentina.

De mi mayor consideración:

He seguido con profesional atención su visita de hoy a la tarde al Congreso Nacional para informar sobre su ardua tarea frente a los distinguidos miembros de la Comisión Bicameral de Seguimiento de la Deuda Externa. Lamento que el momento más tenso de tan importante cónclave haya tenido que ver con preguntas de los legisladores referidas a información publicada por la revista que dirijo en la Edición Nº 2155, del 14 de abril próximo pasado.

En principio, quisiera compartir con Usted que quienes hacemos NOTICIAS valoramos como un logro periodístico aquella “investigación exclusiva” de tapa titulada “Nicolás Dujovne, titular de Hacienda / EVADIÓ, BLANQUEÓ Y ES MINISTRO” y cuyo copete señalaba: “El máximo responsable de la lucha contra la evasión se acogió a la amnistía fiscal. Por el monto de que se trata, podría haber terminado preso. Se dice víctima ‘de una banda que vende información confidencial’…”, etc., etc., etc.

Más aún lamento como argentino que no haya podido aprovechar tan magna oportunidad para dejar aclarado el asunto definitivamente y descartar para siempre la idea fabulesca de que, en nuestro país, quien mejor puede cuidar a las gallinas es el zorro.

Dijo Usted hoy a la tarde:

“Con respecto al blanqueo en el cual aduce la revista NOTICIAS que yo habría participado, la verdad es que eso corresponde a mi vida privada anterior a ser funcionario. Y la información fue supuestamente obtenida por la revista NOTICIAS de una banda de delincuentes que trafican información de la AFIP y por lo tanto no voy a contestar”.

Como periodista, me alegra que no haya desmentido ni una coma de la información publicada. Al no cuertionarla, sus propios dichos vuelven a darla por confirmada. Vuelvo a felicitar a mis colegas Alejandro Rebossio y Rodis Recalt por aquella primicia.

Ahora bien, Señor Ministro: colocar un delito de acción pública como la evasión fiscal en la esfera de la vida privada tergiversa los hechos y su propia función, ya que ha sido designado por el Excelentísimo Presidente de la Nación para combatir algo que, lejos de a lo sumo generar problemitas de entrecasa, suele ser factor de profundas crisis como la que Usted mismo tiene ahora la misión de resolver. ¿O la millonaria evasión de impuestos no es parte del déficit que tanto le preocupa?

La Ley de Blanqueo, Señor Ministro, no significó el sobreseimiento en masa de una cantidad equis de sospechosos: fue una amnistía, un indulto, un perdón a delincuentes dispuestos a devolver lo ninguneado. Pero de repente, según su sinuosa manera de pensar (o, mejor dicho, pretender que piensen lo demás) los delincuentes son otros y nosotros, los periodistas de NOTICIAS, vendríamos a ser casi cómplices de ellos, cuando no partícipes necesarios de sus tropelías. Le agradezco que haya Usted incluído la expresión “supuestamente”. De haber dado por hecha semejante macana, en lugar de escribirle esta Carta Abierta le estaría enviando una Carta Documento para que informe mejor o se retracte.

Las fuentes de aquella nota de tapa fueron cuatro: dos funcionarios de la AFIP a los que nadie acusó de nada y siguen trabajando, un funcionario de la Casa Rosada y uno de su propio Ministerio de Hacienda. Le aviso que uno de ellos estuvo muy cerca suyo varias veces durante la sesión de la Comisión Bicameral.

Finalmente, me alegro muchísimo de que ya no viva Usted en un baldío del Bajo Belgrano y haya empezado a pagar impuestos acordes a la bella casona que tiene allí con su familia. Mucho más me alegro de que haya decidido repatriar su fortuna radicada en el exterior, si bien, en este caso, prefiero esperar su próxima declaración jurada para corroborar que sea cierto. A los periodistas nos gusta chequear lo que publicamos.

Atentamente,

Edi Zunino, jefe de redacción y editor responsable de NOTICIAS