No fue casualidad que el único orador de la jornada haya sido Schmid, apadrinado por el moyanismo (apellido de peso en la historia de la CGT). En su corto discurso, el cegetista empezó enviando "un mensaje de solidaridad al pueblo de Cataluña", haciendo referencia al reciente atentando que terminó con la vida de quince personas. Mismo comunicado para "la escalada militar en América latina", en relación con lo vivido en Venezuela.

"El trabajo digno es un derecho. Nuestra principal demanda es la agenda social que no figura en la boleta de ningún candidato", disparó Schmid ante la mirada de unos 100.000 manifestantes. "El Estado ausente -siguió- se olvida de proteger al que se levanta de madrugada para ir a trabajar. El trabajo es un derecho. Y el desempleo, la precarización y la caída de los salarios explican este desastre económico".

En los cortos quince minutos de oratoria, el titular de Dragado y Balizamiento aseguró que desde la central "no somos sordos" aunque insistió en exigir una "solución integral a nuestros problemas y no únicamente promesas de campañas que se terminan. Rechazamos firmemente cualquier acusación que diga que estamos atrasando la modernización de nuestro país", añadió.

Con la mirada puesta sobre los miles de trabajadores, el cegetista aseguró en su mensaje que el objetivo de la marcha fue presentar "la agenda social", y posteriormente enumeró: "Queremos un aumento de emergencia para los jubilados; el fin de intervenciones a los sindicatos, el rechazo a la reforma laboral anticipada por el gobierno, el respeto a los convenios colectivos y la defensa de nuestras obras sociales".

Camino a la huelga
Es por eso que el triunviro advirtió que se decidió "llamar a un Comité Central Confederal el 25 de septiembre para reiniciar un plan de lucha que incluya un paro general, plenarios regionales, reunión con los legisladores y todas las medidas que sean necesarias para defender el interés nacional y el de todos los trabajadores".

Por otra parte, pidió "rescatar a los 14 millones de pobres y a ese uno de cada tres que no llega a fin de meses. Nosotros también queremos un cambio. Queremos cambiar desigualdad por igualdad; injusticia por justicia".

Otro de los puntos que mencionó Schmid fue "sumar nuestra voz a todas las voces que piden por la aparición con vida del compañero Santiago Maldonado. Bullrich es ejecutiva en desalojar a los obreros de las fábricas, pero no aclara lo que pasó con Maldonado. No queremos otro Julio López".

Los que sí y los que no

En el palco -donde faltó un porcentaje elevado del Consejo Directivo- estuvieron presentes Carlos Acuña, Pablo Moyano (Camioneros), Sergio Romero (UDA), Abel Frutos (Panaderos), Omar Plaini (Canillitas), Juan Pablo Brey (Aeronavegantes), José Luis Lingieri (Obras Sanitarias), Rodolfo Daer (Alimentación), Andrés Rodríguez (UPCN), Víctor Santa María (Suterh), Julio Piumato (Judiciales). Además, se vio a Juan Carlos Alderete (CCC) y a Daniel Menéndez (Barrios de Pie), ambos en representación de movimientos sociales. En esa línea, Menéndez dialogó con este medio para asegurar que "el crecimiento de la pobreza, de la desocupación, del trabajo informal y de la cantidad de personas que se acercan a diario a los comedores comunitarios son razones más que suficientes para manifestarnos".

Pero sin dudas que la nota de la jornada fue los grandes ausentes del palco. Héctor Daer (CGT y Sanidad), Antonio Caló (UOM), Gerardo Martínez (Uocra) y Armando Cavalieri (Comercio), entre otros, no fueron capturados por los flashes de las cámaras. El argumento: prefirieron estar con las bases.

En tanto, ambas CTA (Pablo Micheli y Hugo Yasky) marcharon juntas y se ubicaron en Diagonal Norte, a la altura de Carlos Pellegrini. A pocos metros de ellos, la Corriente Federal de los Trabajadores.

Por fuera del ámbito sindical dijeron presente Jorge Taiana, Axel Kicillof, Leopoldo Moreau, Héctor y Mariano Recalde, en representación del kirchnerismo, y Nicolás Del Caño, Myriam Bregman, y Néstor Pitrola, de la Izquierda.