Hasta el momento los afectados fueron personas que habían viajado a República Dominicana, Venezuela y Haití. Pero ayer el Ministerio de Salud de la Nación advirtió que este verano el virus podría circular dentro del territorio nacional. La clave para prevenir es asegurarse que la casa no sea un criadero de mosquitos, ya que no existe una vacuna.

La cartera sanitaria y la Organización Panamericana de la Salud advirtieron que cualquier persona puede infectarse de esa enfermedad viral por las picaduras del mosquito aedes aegypti, el insecto que también transmite el dengue. Los responsables aconsejaron por eso no sólo desmalezar y evitar la acumulación de agua estancada sino también usar repelentes, mosquiteros y ropa liviana de manga larga.

"Estimamos que para este verano empezarán a ocurrir casos autóctonos en la Argentina", aseguró el viceministro de Salud de la Nación, Jaime Lazovski. Entre los síntomas de la enfermedad están la fiebre alta (39,7 grados de forma abrupta), dolor de cabeza, malestar, sarpullido en diversas partes del cuerpo, inflamación de las articulaciones y fuertes dolores en manos y pies, que la convierten en discapacitante para quien la padece. De allí deriva el nombre de chikungunya, un vocablo de la lengua africana kimakonde, del sur de Tanzania y el norte de Malawi, que quiere decir "hombre retorcido", según precisó Lazovski.

Los especialistas alertaron que quienes presenten los síntomas mencionados deben acudir a Centros de Atención Primaria de la Salud, mantener reposo, hidratarse y recibir paracetamol en dosis que no superen los tres gramos diarios. "Pasada la primera semana se pueden usar otros analgésicos, pero siempre luego de la consulta médica", expicitó el funcionario.

Además de contraerse por la picadura del aedes aegypti, el virus se transmite de madre a hijo en la última semana de gestación. La fiebre chikungunya atraviesa tres fases: aguda, subaguda hasta 12 semanas y crónica. Esta última puede durar dos o tres años, durante los cuales aparecen periódicamente fuertes dolores articulares en las mismas partes del cuerpo. "Los niños se recuperan rápidamente", sostuvo José Moya, consultor de Enfermedades Transmisibles y Análisis de Salud de la OPS. En ellos, la enfermedad dura algunos días, pero a partir de los 40 o 45 años, "hay más chances de cronicidad".

El viceministro subrayó que la prevención radica en el control del mosquito vector, que es el mismo que transmite el dengue. "Como no tenemos defensas porque nunca estuvo presente aquí esa enfermedad, en una primera etapa produce una alta tasa de ataque. Luego, quienes la tuvieron ya quedan inmunizados", puntualizó Lazovski, y agregó: "Todos somos susceptibles, pero en particular quienes pertenecen a grupos de riesgo con otros problemas de salud coexistentes, pues en ellos la fiebre chikungunya puede ser más severa."