Macri subió al escenario Barclaycard Arena acompañado por su esposa Juliana Awada y con un look informal, vestido con una remera gris y un saco azul sin corbata, para dar un breve discurso acerca de la importancia de la educación y la cooperación entre países.

"Siento que nada es más importante en el mundo que la educación, lo lograremos juntos las personas, los países y toda la comunidad internacional", confió el jefe de Estado, quien sostuvo que "tenemos que educar a nuestros chicos para trabajos que ni existen".

El festival, organizado por una ONG con fines solidarios para concientizar sobre las principales problemáticas mundiales, contó con la participación de artistas musicales como Shakira, Coldplay y Pharrel Williams, además del primer ministro canadiense Justin Trudeau y la primera ministra noruega Erna Solberg.

Macri, invitado en carácter de anfitrión de la cumbre del G-20 del año próximo que se realizará en Argentina, fue presentado por la cantante colombiana, a quien le dijo en tono de broma que creía que "iba a ser mi oportunidad de mostrar mis capacidades de canto y baile, pero no me esperaste".

"La globalización y los cambios tecnológicos están poniendo una sombra de incertidumbre sobre el futuro del empleo",
reflexionó Macri, y agregó: "Hoy tenemos que educar a nuestros chicos para trabajos que ni siquiera existen".

"Los sistemas educativos tienen que expandirse, innovar y estar listos para cambiar. Tenemos que hacer esto juntos, con mucho diálogo. Sólo todos los países juntos van a poder lograr la paz, terminar con la pobreza y combatir el cambio climático", dijo.

Antes de terminar su discurso, Macri volvió a bromear con el fútbol y al público le dijo: "Con todo el amor que le tengo a Alemania, la próxima final de fútbol va a ser para Argentina".

Sobre el cierre del festival, un grupo de personas de la organización subió al escenario y le entregó una bandera con el logo de Global Citizen, Macri la tomó con las dos manos y la movió de un lado a otro en forma de festejo.