La expectativa local e internacional estaba puesta en la posibilidad de ingreso de flujos provenientes de fondos institucionales internacionales que pueden invertir en posiciones de países emergentes, pero de los cuales, por un cuidado de calidad de las inversiones, los mercados de frontera quedan afuera.

Los analistas estimaban que si la Argentina entraba al índice de mercados emergentes con un 0,4% de participación, tal como figuraba en los papeles previos dados a conocer por el MSCI (Morgan Stanley Capital International), los ingresos de flujos a activos argentinos podían llegar a ser mayores a u$s1.000 millones.

Desconfianza
MSCI argumentó que la decisión se dio por la "preocupación de los inversores por la evolución de la economía", pues esperan que las reformas de mercado puedan mantenerse largo tiempo para que sean irreversibles. El gestor de índices tomó una decisión similar en el caso de Nigeria.

Traducido: quieren ver si el gobierno se impone en los comicios de medio término y consigue seguir adelante con su programa económico, o si un triunfo de Cristina Fernández de Kirchner reflota la posibilidad de un regreso de sus ideas, diametralmente opuestas a las actuales.