PROVINCIALES
22 de agosto de 2016
Del campo a la góndola: el precio de los productos agrícolas se multiplicó por 5,15 veces en julio
El índice IPOD de Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que mide la diferencia promedio entre el precio de góndola y origen para una canasta de 20 alimentos agrícolas mejoró 0,8% en julio. Es el tercer mes donde la brecha muestra leves reducciones. Los tres productos con mayores disparidades de importe en el mes fueron Pera, Mandarina y Limón. El IPOD ganadero también bajó 10,1%.
Los precios promedios de los alimentos agrícolas desde que salen del productor y hasta que llegan al consumidor, se multiplicaron por 5,15 veces en julio, mostrando una reducción de 0,8% en esa diferencia frente a junio (5,2 veces). Un nuevo reacomodamiento en los valores de origen de varios productos fue lo que mejoró levemente la brecha.
Así surge del Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) que elabora el Área de Economías Regionales de CAME para una canasta de 20 productos agrícolas. Es el tercer mes consecutivo que el IPOD baja. Y desde abril el indicador acumula una mejora de 13,3%.
La participación del productor en el valor de góndola también tuvo una leve mejoría, aunque continúa siendo baja: para el promedio de los alimentos agrícolas y ganaderos relevados en julio, el agricultor sólo recibió el 27,9% del costo que pagó el consumidor, con un aumento de 2,7 puntos porcentuales frente al mes pasado.
Las frutas o verduras con mayores brechas de importes en el mes fueron: la Pera, con una diferencia de 11,1 veces, la Mandarina con una desigualdad de 10,9 veces, el Limón 10,8 veces, y la Manzana Roja (8,5 veces).
En cambio, los elementos donde menos se multiplicaron los valores desde que salieron del campo y hasta que llegaron al público, fueron: la Papa con una disparidad de 1,92 veces, la Frutilla (2,04 veces), el Pimiento Rojo 2,17 veces, y la Cebolla con 2,24 veces.
De los 20 alimentos agrícolas que integran la canasta del IPOD relevados durante la segunda quincena de julio, en 11 aumentó el precio de origen, en 10 aumentó el valor destino, y en 13 mejoró la brecha entre el importe de origen y destino. La tasa de variación promedio de los montos de origen fue de 11% en julio, mientras que en los de destino fue 0,8%.
Precios de origen vs precio destino
En julio continuaron mejorando los precios al agricultor de algunos productos, aunque otros volvieron a deteriorarse. La suba más fuerte en los montos de origen se produjo en el Repollo, donde los importes al productor aumentaron 120,9%. Estos, pasaron de recibir apenas $5 el kilo en junio a $11 el mes pasado. También subieron los costos al consumidor de esa verdura (23,6%) aunque en menor magnitud que los valores de origen, reduciendo así la brecha.
El segundo aumento más agresivo del mes en los precios de origen fue en la Calabaza, donde los productores recibieron 84,8% más que en junio. Los costos al cliente también subieron (38,1%), pero en menor magnitud. Otro elemento donde se incrementaron los valores recibidos por el campo, fue el Pimiento Rojo (53,1%) con una alza además de 28,7% en los importes de venta al público.
En cambio, en julio cayeron los precios al cosechador del Limón (-47,9%) y del Tomate de ensalada (-44,9%). En los dos casos, esa descenso fue acompañado de una reducción en los importes de góndola (-14,2% y -22,6% respectivamente). El tercer vegetal con mayor devaluación en los montos al productor fue la Berenjena, que venía de varios meses de reacomodamiento de esos valores. En julio bajó 29,4% y además los costos al cliente se incrementaron 16,1%.
Variación de la brecha
En julio hubo 13 productos que mejoraron su brecha. Entre los progresos más importantes se destacó la Naranja, donde la disparidad bajó 3,6 veces, desde 11,24 en junio a 7,22 en julio.
La segunda baja considerable se observó en el Repollo, donde la diferencia se redujo de 4,75 veces a 2,66 (-2,09). En cambio, la suba más fuerte en la brecha en el mes, se produjo en el Limón donde la desigualdad entre precios de origen y destino subió de 6,58 veces a 10,84.
Incidencia del Productor en el precio
Un indicador que resume la distorsión que se ocasiona en el precio durante el circuito logístico que tienen los alimentos agrícolas-ganaderos, es la participación del productor en el valor final.
En julio, en promedio, el productor recibió el 27,9% del costo pagado por el consumidor en góndola por el alimento, con un aumento de 2,7 puntos porcentuales frente a la participación obtenida en junio y de 4,9 puntos frente a la obtenida en mayo pasado.
Los elementos con menos participación del productor en el precio en julio fueron la Pera, el Limón, y la Mandarina donde el cosechador recibió apenas el 9% del valor por cada kg.
IPOD vegetal vs IPOD animal
Cuando se agrupan los productos por origen, se observa que las mayores distorsiones en la cadena siguen ocurriendo en los de origen vegetal.
Mientras el IPOD que agrupa a 20 alimentos vegetales alcanzó una brecha de 5,15 puntos en julio, el IPOD que agrupa a 4 productos animales (huevo, carne de pollo, carne de novillito y leche) se ubicó en 3,38, mostrando una baja de 10,1% en relación al valor alcanzado por el IPOD ganadero en junio pasado.
Si se combina el IPOD animal y vegetal, extendiendo la canasta a 24 productos, se obtiene una diferencia de 4,86 puntos, similar al valor obtenido en junio pasado.
El IPOD es un indicador elaborado por CAME para conocer el recorrido de los precios de los principales productos agropecuarios, que se venden en fresco en el mercado interno, desde que salen del campo y hasta que llegan al consumidor.
Como es sabido, en el camino, hasta que llega a la góndola, se suceden un conjunto de distorsiones que suelen multiplicar por varias veces el valor de origen de muchos alimentos. Esas alteraciones son muy dispares según producto, región y tipo de comercio, pero en general, suele estar determinada no sólo por los costos de elaboración, almacenamiento o transporte, sino por comportamientos especulativos de muchos actores del mercado.
Hay productos que tienen estacionalidades en determinados meses del año y eso altera las mediciones en ciertos periodos. Hay otros donde el traslado de una región a otra incrementa sus costos.
Pero las disparidades de precios en la Argentina superan esos factores. Se detectan problemas estructurales y comportamientos especulativos que explican por qué lo que paga el consumidor multiplica en tantas veces al costo agrícola del producto. Las altas tarifas de fletes y logística, la elevada carga fiscal, abusos de muchos intermediarios y hasta oligopolios en la oferta, en el eslabón comercial, generan abultados márgenes. Esto explica la evolución irracional que muchas veces tienen los precios.
Metodología del IPOD
El Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) comenzó a realizarse en agosto de 2015 como una herramienta para conocer las diferencias en el importe que se pagan por algunos productos alimentarios en el campo y en el mercado de consumo.
El relevamiento para elaborar el IPOD de junio se realizó en la segunda quincena del mes, con una cobertura geográfica nacional.
Para obtener los precios de destino se relevaron la Ciudad de Buenos Aires, Provincia de Buenos Aires, Corrientes, Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe, Mendoza, Salta, San Juan y Santa Cruz. El sondeo abarcó: importes online de las principales cadenas de hipermercados, valores de comercios minoristas seleccionados por barrios de cada ciudad (relevamiento presencial). Se incluyó también a los Precios Cuidados cuando los productos relevados lo tuvieran.
Para obtener los precios de origen, se consultaron telefónicamente a 10 agricultores de cada alimento, localizados en las principales zonas cosechadoras de cada uno de esos productos.
A través del IPOD se busca conocer la variación en el nivel de importes en dos momentos de la etapa de comercialización de un producto alimenticio. Estas etapas son:
- Precio de Origen: Precio que se le paga al productor
- Precio de Destino: Precio del producto en góndola
Así, la diferencia de Precio Origen-Destino indica la cantidad de veces que aumenta el valor del alimento al comercializarse en góndola.