El director de Defensa del Consumidor de Entre Ríos, Juan Carlos Albornoz, sostuvo que el “mercado informal” es el que menos respeta el precio establecido a nivel nacional para la venta de garrafas. En “las despensas” o los comercios “más chicos” es donde “se produce el desfasaje”. Para corregirlo, interpelarán a los municipios.
Albornoz comentó que “se están haciendo inspecciones” en el marco del programa Hogar que estableció precios máximos para la venta de garrafas.
“Tenemos la cuestión del mercado formal donde se respeta el precio fijado; el tema es que estamos viendo cómo resolver lo que ocurre en el mercado informal. Es en las despensas o en esos lugares más chicos que tienen cuatro, cinco, o diez garrafas para vender, donde se produce el desfasaje y se cobran precios más altos. Hemos llegado a observar hasta 160 pesos el precio de una garrafa de diez kilos”, señaló.
Por eso, desde la Dirección de Defensa del Consumidor se apelará a “la colaboración” de los municipios entrerrianos para que hagan también sus propios controles, con el objetivo de cumplir el precio máximo de hasta 97 pesos en garrafas de diez kilos que anunció la presidenta. La comunicación oficial se dará el lunes, día en que el Gobernador se reunirá con funcionarios provinciales y ejecutivos de los 77 municipios para afinar la puesta en marcha de la iniciativa que contempla un subsidio mensual para familias que no cuentan con el servicio de gas natural.
“Las distribuidoras y los vendedores formales respetan el precio”, apuntó Albornoz al tiempo que indicó que quienes cuentan con movilidad “pueden comprar directamente en la distribuidora consiguen las garrafas más baratas”. “Hasta dos garrafas se entiende que no es para la reventa”, apuntó ante la consulta de esta Agencia sobre si existe o no límite para la venta. “Recomendamos a la gente que llame al 0800 444 8256 o que informe en cada organismo local de Defensa del Consumidor para que podamos actuar ante una irregularidad”, sugirió por último en declaraciones a APF.