Un proyecto de ley presentado en la Cámara de Diputados, busca establecer políticas públicas que contribuyan a la formación de ciudadanos, y propone la creación del Programa de Prevención y Mitigación de la Violencia Escolar en la provincia, registró AIM. La iniciativa se conoce después que un alumno de 15 años, Marcos, subió a las redes sociales un video que mostraba el acoso a que lo sometían los compañeros.

El texto de la iniciativa propone normar la problemática de la violencia que repercute en el ámbito escolar. El diputado Pablo Mendoza (FPV), explica en los fundamentos que el escenario escolar “es un campo social complejo y diferenciado”.

Sin embargo, aclara que “la convivencia es una construcción colectiva de la cual son responsables todos los actores de la comunidad educativa, por lo que consideramos fundamental el trabajo en equipo como práctica para el cambio y la participación en su construcción cotidiana. Desde esta perspectiva, el reconocimiento de la diversidad se constituye en un punto central a partir del cual se incluyen las diferencias como motor del respeto y de una convivencia pacífica y democrática”.

El objetivo de esta ley, en concordancia con norma nacional 26.892 y con los principios de la educación para la paz, es “promover y fortalecer la formación ciudadana y el ejercicio de los derechos humanos de los estudiantes de todos los niveles educativos, dentro y fuera de la escuela, para llegar contribuir a la formación de ciudadanos activos que aporten a la construcción de una sociedad democrática, participativa, pluralista e intercultural. Con esta ley se logran crear mecanismos de prevención, protección, detección temprana y de denuncia de aquellas conductas que atentan contra la convivencia”.

Propone como principios rectores contra la violencia escolar “la protección y asistencia a la infancia, el respeto a la dignidad humana, la prevención de violencia escolar, la no discriminación, la integridad física, psicológica y moral, la cohesión de la comunidad educativa y gobierno, la concurrencia interinstitucional, la resiliencia y el enfoque de derechos humanos”.

Además, insta a crear un Programa de aplicación en todas las escuelas públicas y privadas, que implementará proyectos “para fomentar la convivencia sana y libre de violencia en el entorno escolar, que busque otorgar la atención pertinente a los actores involucrados con la finalidad de mejorar la capacidad de aprendizaje y convivencia entre compañeros”.

También hace referencia a un marco normativo integral, que procura el pleno desarrollo de niñas, niños y adolescentes, a su vez consolida las estrategias de prevención, atención y erradicación de la violencia entre los miembros de la comunidad educativa dentro de las escuelas públicas y privadas de la provincia.

Y afirma que lo que se presenta “es un conjunto de medidas claras, de fácil aplicación buscando siempre el bienestar de los estudiantes de todos los niveles educativos; para lograrlo se definen medidas progresivas y en respeto de sus derechos, siendo la atención profesional una de las más importantes instancias, en caso de ser necesario”.

El caso de Marcos

Un joven de 15 años, Marcos Marín, subió a internet un video que da testimonio del padecimiento que sufre en clase todos los días, y dijo que perdió el miedo al bullying y solo quiere que la discriminación termine.

Marcos, a diferencia de otras víctimas del bullying, perdió el miedo y se animó a denunciar y subir videos testimoniales a las redes sociales.