Mientras la alerta máxima sigue rigiendo en Francia tras la ola de atentados que comenzó con los doce muertos en la redacción de la revista Charlie Hebdó esta semana, durante la madrugada de hoy inició una persecución precedida por un tiroteo y toma de rehenes, por dos personas que finalmente se confirmó eran los hermanos Kouachi, sindicados como dos de los perpetradores de la masacre de Charlie Hebdo.

Los hermanos  se atrincheraron con rehenes en una imprenta a unos 40 kilómetros al noreste de París, confirmó el ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve, y están rodeados. La policía tomó contacto con los autores del atentado, quienes dijeron que piensan "morir como mártires". 

Un residente de la localidad dijo a BFM-TV que el lugar "es como una zona de guerra", sobrevolada por cinco helicópteros. Una habitante aseguró haber reconocido a los dos sospechosos del atentado del miércoles, los hermanos Chérif y Said Kouachi.

La policía francesa los buscaba en una zona boscosa más al nortedesde el jueves por la tarde. La persecución se centraba en un área cerca de la localidad de Villers-Cotterets, unos 80 kilómetros al noreste de París, según el periódico "Libération".

El presidente francés, Francois Hollande, se trasladó esta mañana hasta la sede del ministerio del Interior para seguir desde allí el operativo actualmente en curso para capturar a los dos sospechosos.

Se cree que Chérif, de 32 años, y Said, de 34, entraron encapuchados y vestidos de negro el miércoles en la redacción de "Charlie Hebdo" en el centro de París y dispararon contra los redactores y dibujantes.

Entre los 12 muertos hay ocho periodistas de "Charlie Hebdo" y otro compañero que trabajaba entre otros para la radio France Inter. Además hay 11 heridos, cuatro de ellos aún graves. La publicación estaba en la mira de los islamistas por haber publicado varias veces polémicas caricaturas de Mahoma.

El gobierno ha desplegado en todo el país 88.000 efectivos para capturar a los dos sospechosos, que se cree están armados con kaláshnikovs e incluso un lanzagranadas, y para evitar más atentados terroristas.

Said fue identificado como uno de los asaltantes a través de fotografías y Cazeneuve confirmó que su documento de identidad es el que fue hallado en el coche robado que usaron para huir de la escena del crimen.

Los dos hermanos eran buscados en las inmediaciones de Villers-Cotterets tras ser vistos allí por el gerente de una gasolinera, que aseguró que llevaban rifles y un lanzacohetes en el automóvil. Nueve personas están detenidas en conexión con la masacre, confirmó Cazeneuve.