Con esta medida y después de más de dos años de discusión en el Congreso, la ley quedó en condiciones de ser promulgada por la jefa de Estado. “Habrá mujeres que puede no gustarle esta ley, pero con esta decisión aseguramos un nuevo derecho a otras mujeres. Quienes no quieren usar esta ley tienen todo el derecho de no hacerlo, pero ahora las mujeres que la necesiten en las tres causales podrán hacerlo sin sufrir las consecuencias que se sufrieron en el pasado”, destacó Bachelet tras conocer la decisión judicial.

La nueva legislación autoriza la interrupción del embarazo para los casos en los que esté en peligro la vida de la madre, por inviabilidad fetal o porque la gestación haya sido consecuencia de una violación.