Para los cristianos es el lienzo que envolvió el cuerpo de Jesús. La ciencia, años después, desestimó su valor milagroso. Aseguraron que se trataba de una pintura creada en la Edad Media para alimentar la mística entre los católicos.

Hoy, el Santo Sudario o Sábana Santa o Sudario de Turín ha cobrado nuevamente valor entre los que no creen, luego de que un grupo de científicos del Instituto de Materiales de Trieste y del Instituto de Cristalografía de Bari -entes pertenecientes al prestigioso Centro Nacional de Investigación de Italia- determinara que el tejido de la reliquia estuvo en contacto con sangre humana.

Más específicamente, teniendo en cuenta los materiales hallados en el estudio, el manto estuvo en contacto con una persona que fue sometida a tortura. La fibra que se sometió al estudio pertenece a la huella dorsal de la sábana, correspondiente al pie.

Según explicó Elvio Carlino, jefe de la investigación, los estudios fueron hechos con un novedoso sistema llamado “microscopía electrónica en transmisión de resolución ató- mica y difracción de rayos X con amplia angulación”.

El estudio, que fue publicado en la revista Plos One, asevera que "en la fibra de lino hay creatinina, de dimensiones de entre 20 y 90 nanómetros, unida a pequeñas partículas de hidrato de hierro, de dimensiones de entre 2 y 6 nanómetros, típicas de la ferritina”, indicó Carlino.

“El estudio indica que el hombre envuelto en el sudario fue víctima de duras torturas antes de una muerte cruel”, confirmó Giulio Fanti, profesor de la Universidad de Padua. Según el informe, en las fibras quedó registrado -a un nivel no apto para el ojo humano, desde luego- “un escenario violento, cuya víctima después fue envuelta en la tela fúnebre”.

El Santo Sudario está resguardado en la Basílica de San Juan Bautista, en Turín. Es una tela de lino de 460 centímetros de largo por 110 de ancho. La tradición siempre señaló que en ella se envolvió el cadáver de Jesucristo tras su traumática muerte en la cruz.

Por su parte, la Iglesia Católica fue siempre cauta respecto de la tela. En efecto, nunca reconoció de forma oficial que se tratara del lienzo que envolvió a Jesús. La tela comenzó a ser exhibida en 1357 en Lirey, Francia, pero nunca se supo con certeza cuál fue su origen.