INTERES GENERAL
12 de diciembre de 2014
Una de cada seis mujeres tiene su primer hijo antes de cumplir 19 años
Según datos de las Naciones Unidas, nacen por día 322 bebés de mujeres de entre 15 y 19 años. El 80% de las adolescentes que no tienen hijos asiste a la escuela, mientras que entre las adolescentes que son madres la cifra baja a 25%.
Según los datos obtenidos por la oficina de la Unfpa en América latina y el Caribe, viven en esta región 75 millones de adolescentes de entre 10 y 19 años. Está verificado que cuando esas niñas o adolescentes reciben siete años o más de educación contraerán matrimonio cuatro años más tarde y cada año de escuela primaria supone un incremento de su futuro salario de entre un 10% y un 20%. En esta zona, alrededor del 50% de las madres con baja escolaridad tuvieron su primer hijo antes de los 20 años.
Otros datos que preocupan son las complicaciones del embarazo y el parto, la principal causa de muerte de las adolescentes de 15 a 19 años. A menor edad, mayores pueden ser las dificultades; a los 16 años, la posibilidad de morir durante el embarazo, parto y posparto es cuatro veces mayor que en mujeres mayores de 20. En la Argentina, la tasa de mortalidad materna permanece estancada desde 1990 en un índice alto: cuatro muertes maternas por cada 10.000 nacidos vivos.
Riesgo para los bebés
Pero los peligros no son únicamente para las madres. Los bebes nacidos de mujeres menores de 15 años tienen un 50% más de riesgo de muerte neonatal temprana comparados con los niños nacidos de mujeres entre los 20 y los 29.
Desde la perspectiva psicológica, "la principal complicación es que la joven no termina de concluir su rol de hija y ahora tiene que tomar el rol de madre y comienza a saltar etapas", explicó a La Nación Marisa Russomando, psicóloga especialista en maternidad y crianza.
También se modifica la estructura familiar: "Existen muchos casos en donde la adolescente embarazada, a partir de esta situación, queda atada a su familia de origen. Sus padres, también jóvenes para ser abuelos, terminan adoptando al nieto como un hijo y en general también decidiendo sobre su crianza u otras cuestiones. Esta dependencia de los padres frena el desarrollo de la madre joven y su independencia, que es en general lo que ayuda al pasaje hacia la adultez".
A escala global, en muchos países los embarazos adolescentes se dan en el contexto de los matrimonios forzados. Según el Unfpa, en los lugares en donde se acostumbran estos casamientos, las niñas son vistas desde su nacimiento como una carga económica. Esto implica que, además de criarse en un contexto de pobreza, no se las escolarice o se interrumpa su educación para darlas en matrimonio. Las razones pueden ser varias: creer que les hacen un bien para evitar que las violen o embaracen antes del matrimonio, como pago de deudas, alianzas familiares o por tradiciones culturales arraigadas. Luego de estos casamientos, las niñas tienen como consecuencia embarazos para los cuales no están preparadas física ni psicológicamente.
Al respecto, para Unicef, los matrimonios forzados y la ablación de clítoris afectan a más de 130 millones de niñas y mujeres en 29 países de África y Medio Oriente, donde su práctica es más frecuente. Por otra parte, según las Naciones Unidas, Bangladesh lidera la lista de países con mayor tasa de matrimonios infantiles, seguido por la India y Nepal. Por ejemplo, un 74% de las menores bengalíes de 18 años han sido forzadas a casarse con un hombre que les puede triplicar la edad y el 39% lo hacen antes de los 15 años.
Para despertar conciencias sobre este fenómeno, la oficina local del Unfpa trajo al país la muestra fotográfica Demasiado joven para casarse, de Stephanie Sinclair, que tiene un capítulo local auspiciado la Asociación de Reporteros Gráficos de Argentina (Argra).
Fuente: La Nación