édicos del Hospital de Niños R. Gutiérrez, ubicado en el barrio porteño de Palermo, encontraron un alacrán en la sala de terapia intensiva y denunciaron que no se trata de un hecho aislado ya que todos los días sacan uno de estos arácnidos de pasillos y habitaciones donde están los niños. Desde el hospital reconocieron la presencia de alacranes por tratarse de un “edificio muy antiguo con túneles” pero dijeron que la situación está controlada.

“Se han encontrados alacranes en la terapia intensiva y también en algunos dormitorios”, reconoció Pablo Palacios, médico del hospital en declaraciones al canal de noticias TN. Una de las toxicólogas que trabaja allí también reconoció que es habitual la presencia de estos escorpiones y que por eso comenzaron a estudiarlos. “Es un edificio muy viejo, con túneles en los subsuelos. Hace varios años empezaron a aparecer alacranes al igual que en todo Palermo”, afirmó Valeria Malinovsky.

Según contaron los médicos, la presencia de alacranes es producto de la vieja infraestructura del hospital y la falta de limpieza en los túneles y cañerías. “Habría que eliminar los recovecos donde anidan los alacranes y eliminar las cucarachas”, afirmó Palacios.

Autoridades del hospital reconocieron la presencia de estos insectos pero dijeron que la situación está controlada. “Ya se pusieron rejillas en todas los desagües”, confirmó Elda Cargnel, jefa de toxicología del Gutiérrez, para quien la situación no es para preocuparse.

A mediados de de enero, un nene de cinco años debió ser internado en terapia intensiva tras ser picado por un alacrán mientras dormía en su departamento de Palermo. El veneno le produjo cuatro paros cardíacos y, según los médicos que lo atendieron, se trató del primer caso grave ocurrido en la Ciudad de Buenos Aires.

Luego de este episodio, desde el Ministerio de Salud recordaron las medidas de prevención para evitar las picaduras de alacranes, principalmente en los niños, por ser más vulnerables a los efectos del veneno. Se recomienda revisar y sacudir prendas de vestir y calzados, sacudir la ropa de cama antes de acostarse, evitar caminar descalzo, poner rejillas en desagües y cañerías, colocar burletes o mosquiteros en puertas y ventanas, revocar las paredes y reparar grietas en pisos, paredes y techos y mantener la limpieza.