Sí, la gente se fue a Villa y ganó en emociones viendo al equipo de Federal como comenzaba perdiendo para terminar maravillándose con el triunfo cuando caía la tarde en su visita a la cancha de Independiente.

"Ateneo mi buen amigo....", así comenzó la gente canaria que recibió su equipo vestido de blanco con bengalas amarilla y negra en un partido que comenzaba a pleno sol.

Se enfureció con el árbitro que no amonestó a los jugadores del rojo en el PT cuando ameritaba cartones amarillos y hasta alguno colorado por infracciones fuertes a sus jugadores. También se molestó con el penal que pudo hacer siga-siga en una mano totalmente casual de Altamirano.

Se tuvo que bancar el calor al principio, se mojó con las primeras lluvias, sufrió el diluvio y pasó frío por las ráfagas grandes de vientos que surcaron en gran parte del ST. Sí, la gente se bancó mucho, por eso vibró de emoción ante el empate transitorio de Jona González gritándolo como una final y ni hablar cuando esa pelota de Nico Benítez cruzó la línea del arco como pidiendo permiso ante los desesperados intentos de último recurso de la defensa del local. Terminó marcándole el tiempo al árbitro que adicionó bastante de lo normal y vio como Guillermo Cis la sacaba sobre la línea en la siguiente jugada después del gol.

Sí, se fue cantando, se fue feliz, vio como su equipo se redimió del propio infierno y ellos estuvieron allí. No perdió su silla...