MUNDO
26 de mayo de 2017
Temer trata de mostrarse firme: "Brasil no va a parar"
El cuestionado presidente salió a defender una serie proyectos gubernamentales aprobados por el Congreso desde que estalló la semana pasada el escándalo por el cual el fiscal general lo acusó de corrupción, obstrucción de la justicia y asociación ilícita.
El presidente de Brasil, Michel Temer, afirmó este jueves que su gobierno “no está detenido ni va a parar”, al defender una serie proyectos gubernamentales aprobados por el Congreso desde que estalló la semana pasada el escándalo por el cual el fiscal general lo acusó de corrupción, obstrucción de la justicia y asociación ilícita.
‘Brasil no paró ni va a parar; seguimos avanzando, trabajando y con el Congreso votando proyectos importantísimos”, dijo Temer en un video publicado en su perfil de Facebook.
Temer agradeció el apoyo que le están dando a su gestión, amenazada por pedidos de juicio político y reclamos de renuncia en una gigantesca crisis, los presidentes del Senado, Eunicio Oliveira, y de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, que motorizaron la aprobación de siete proyectos el miércoles, tras las manifestaciones y hechos de violencia.
La mención a los jefes de las cámaras legislativas es clave para el juego de poder en el vaivén de apoyos y abandonos que ha provocado el escándalo de corrupción vinculando a Temer al frigorífico JBS que estalló el miércoles pasado.
El presidente se reunió este jueves con la Cámara de la Construcción civil en el Palacio del Planalto, ante quienes destacó el “reinicio del crecimiento económico” tras dos años de recesión y la caída de la inflación del 10% anual del año pasado al 4% actual.
Temer dijo que las manifestaciones para pedir su renuncia en Brasilia “ocurrieron con exageraciones”, pero en ningún momento citó su decisión de haber enviado a soldados del Ejército a ocupar las calles de la capital, una decisión que este jueves revocó.
El mandatario negó dos veces la renuncia esta semana y está objetando la investigación abierta en su contra por el juez del Supremo Tribunal Edson Fachin a raíz de una grabación en la cual aparece avalando sobornos en diálogo en su residencia oficial con el empresario delator y corruptor confeso Joesley Batista, del frigorífico JBS.