La decisión oficial, formalizada este jueves con la resolución 1131 (con fecha 16 de mayo) de la Dirección de Educación, confirmando que la recuperación será en las próximas vacaciones de invierno, por ahora sólo consiguió aumentar la tensión con los sindicatos, que rechazaron frontalmente la medida.

Además, que la R-1131 se haya hecho pública él jueves, pese a estar fechada el martes último, podría sugerir que esa fue la respuesta del titular de esa cartera, Alejandro Finocchiaro, al Consejo General de Educación, que el miércoles rechazó la intención de dar clases en vacaciones.

Finocchiaro tenía preparada la medida a la espera de que el Consejo, que es órgano asesor, votara a favor del gobierno, pero la ausencia de dos de sus nueve miembros facilitó la mayoría de los que le bajaron el pulgar.

Los consejeros que votaron contra la resolución representan al sector gremial y al kirchnerismo, lo cual hizo previsible la posición de la dirigencia sindical al respecto. Así lo confirmó a Crónica el recién reelecto secretario general de la cegetista Unión Docentes de Buenos Aires (Udocba), Miguel Díaz.

"Mi opinión es contraria a la recuperación de clases en vacaciones, me parece algo sin sentido -dijo Díaz-. Las vacaciones no son el medio de resolver esto, la sociedad no cambia sus costumbres por un antojo de Finocchiaro. Lo que pretende el funcionario es una provocación, a contramano de la promesa de diálogo del gobierno. La cuestión de fondo es el salario, y eso por ahora no lo resuelven", afirmó el gremialista.

¿Derecho afectado?
Desde una organización de la CTA, como el Sindicato Único de Trabajadores de la Educación (Suteba), su representante en el Consejo educativo, Marcelo Zarlenga, en diálogo con el diario platense El Día dijo que "la resolución es una pantalla para evitar el abordaje de los temas de fondo". Zarlenga señaló que los docentes prefieren recuperar "tiempo pedagógico, más que días".

La secretaria general de la filial Lanús del Suteba, Marisa Barromeres, en declaraciones a esta redacción, sostuvo que "el gobierno debe resolver las verdaderas causas de que se pierdan clases, que son los problemas de infraestructura y las vacantes sin cubrir". Barromeres remarcó también que "nosotros sabemos cómo recuperar contenidos, además las vacaciones son un derecho de los alumnos. Vamos a hacer todo lo posible para que esta medida no se aplique".

Puntos a definir
La resolución de la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense establece que los días perdidos deberán recuperarse, pero deja librado a cada escuela el procedimiento. Además, hace referencia a los primeros cinco días de conflicto, cuando sumando las distintas instancias (paros provinciales, nacionales y estatales), marzo tuvo un promedio de un solo día de clases por semana.