Cierto es que el River de Gallardo venció a Boca y lo eliminó de las últimas dos instancias internacionales en que se cruzaron y que luego salió campeón. Y que comenzó a edificar esos dos momentos históricos para el club con sendas victorias 1-0 en el Monumental. Pero en el plano local, River no puede con el Xeneize hace rato.

Matías Almeyda, Ramón Díaz y Marcelo Gallardo tuvieron cinco partidos para ganarle a Boca en Núñez. Ninguno pudo. El que más cerca estuvo, sin dudas, fue el Pelado Almeyda. En el partido que marcó el regreso del Superclásico, tras el paso del Millo por la BN, el equipo local se adelantó 2-0 (Ponzio y Mora), pero su máximo rival aprovechó un penal regalado por Leandro González Pírez (hoy en Tigre) y lo empató a través de Silva y Ervitti.

En 2013, ya con Ramón, River cayó 0-1. El gol de Boca lo señaló Emanuel Gigliotti, que luego sería "tristemente" célebre al errar su penal en la Sudamericana 2014. El gol del Puma fue a los 23 del primer tiempo, tras centro del Burrito Martínez. River intentó pero jamás pudo remontar la cuesta y el Xeneize se llevó el duelo por 1-0. Significó una dura derrota para los de Ramón.

En 2014, un nuevo empate. El River de Marcelo Gallardo llegaba como la sensación del fútbol argentino y recibía a un Boca atribulado. Llovió como nunca antes en el Monumental. O eso pareció. La lluvia hizo que las variables del juego se redujeran a tirar la bocha al área e intentar hacer daño.

Boca lo hizo primero, cuando Lisandro Magallán convirtió en gol un centro a los 21 del primer tiempo. Sobre el cierre del primer capítulo, Gago vio la roja por una mano que derivó en un penal que Mora tiró por las nubes. A los 33 de la segunda mitad, River alcanzó el 1-1 que le permitió continuar líder e invicto: Germán Pezzella que había ingresado minutos antes para hacer barullo en el área, cazó un pelotazo de Ramiro Funes Mori. Orión dio rebote y el propio Pezzella empujó al gol.

En 2015, otra vez sonrío Boca. Esta vez, gracias al destino. Fernando Gago se rompió el tendón de aquiles a los segundos de partido y, en su lugar, ingresó Nicolás Lodeiro. Fue precisamente el uruguayo quién capitalizó una atajada de Barovero ante Tevez que quedó con la pelota boyando y hundió la pelota contra el arco que da a Figueroa Alcorta.

River intentó llegar a una igualdad que se le hizo esquiva y resignó la victoria y, casi, que le posibilitó a Boca encaminarse al campeonato. Una frustración que quedó reducida al salir campeón River de la Libertadores de ese año y haber dejado en el camino, entre otros, a Boca.

El último clásico, en 2016, fue un magro 0-0. River, a través de Lucas Alario, pudo haber quebrado la paridad, pero Agustín Orión respondió de manera correcta. Fue en la sexta fecha del Torneo de Transición 2016 que se definió en un semestre. Ni el Millo ni el Xeneize realizaron un buen torneo, y quedó de manifiesto en un aburrido y pálido empate.

Así, la racha de River llegó a los seis años. Sin embargo, la racha actual de River está lejos de ser aquella que se quebró en 1999, con un 2-0 que consiguió el equipo de Ramón Díaz, con goles de Pablo César Aimar y Juan Pablo Ángel. River llevaba 10 años sin ganarle a Boca en el Monumental. ¿Se cortará el domingo la racha actual?.