Luego de las idas y vueltas que tuvo el tratamiento de la iniciativa originalmente impulsada por la ex diputada socialista María Emma Bargagna, la Cámara de Diputados dio media sanción, en su séptima sesión del 137 período legislativo, al proyecto que prohíbe la explotación de hidrocarburos no convencionales mediante la técnica del fracking.

El texto que obtuvo la aprobación de los diputados fue el resultante de la unificación del proyecto de Bargagna y el impulsado por el Ejecutivo provincial. En su artículo primero, prohíbe “en todo el territorio de la provincia de Entre Ríos, a prospección, exploración y explotación de hidrocarburos líquidos y gaseosos no convencionales incluyendo la técnica de fractura hidráulica”.

El segundo artículo del proyecto al que accedió esta Agencia sostiene que “el poder Ejecutivo del Estado provincial se obliga a ejercer las acciones preventivas pertinentes y oportunas que garanticen la demanda de protección de las aguas pluviales, superficiales y subterráneas, incluyendo el Acuífero Guarany, asegurando el uso racional y equitativo de dichos recursos hídricos, ante cualquier circunstancia que implique su intervención y el uso de sus aguas con motivo o en ocasión de la explotación o explotación de hidrocarburos no convencionales por el método de fracturación hidráulica”.

Asimismo, se invita a las provincias asentada sobre el Sistema Acuífero Guaraní  a legislar en su protección.

De esta manera sufrió un duro revés el lobby de petrolero en contra de la sanción de esta norma y en pos de una visión inocente y edulcorada de la fractura hidráulica.

Lena: “la sustentabilidad es incompatible con el fracking”

A la hora de realizar su argumentación, la presidenta de la comisión de Tierras, Gabriela Lena (Cambiemos) sostuvo que “no hay sustentabilidad posible en una actividad que destruye. La posible explotación de yacimientos mediante el método del fracking pone en riesgo de contaminación de nuestro acuífero Guaraní”.

“La sustentabilidad y la protección del ambiente son incompatibles con la explotación de hidrocarburos no convencionales . El fracking una gravísima amenaza para esta reserva de agua dulce y también  para los ecosistemas involucrados”, insistió.

La diputada radical manifestó que “sostener una matriz energética obsoleta, insistir en el uso de fuentes de energía fósil, poniendo en peligro un recurso vital como es el agua, arriesgando la reserva que la naturaleza ha atesorado para permitirnos la vida no resiste ningún tipo de análisis”.

“Este modelo energético que está impuesto no es nuestro  ni para nosotros y es necesario  construir uno propio que sin duda no ponga en peligro el agua, los ecosistemas y la vida”, concluyó.