La Jefatura Departamental informó que todo se inició cuando el Segundo Jefe de Brigada Oficial Sub Inspector Rosales Jorge junto a la Suboficial Mayor Sosa Fátima, el Cabo 1º Villalva Mario y Cabo Valenzuela Germán, luego de diagramar tareas de inteligencia sobre un establecimiento rural ubicado en Colonia Domínguez -propiedad de la firma "Guardapampa"-, consistente en vigilar encubiertamente su terreno campestre al recorrerlo en un vehículo no identificado, ya que días atrás cuatreros le habían faenado una oveja.

Así fue que los brigadistas en la oscura noche observaron la luz artificial de una pick up Ford F 100 que salía del territorio custodiado, por lo que al intentar detener e identificar a los varios masculinos ajenos a la estancia, emprendieron una fuga que inició la persecución, por lo que se da intervención al Oficial Sub Inspector Gómez Matías de Comisaría Conscripto Bernardi para que cierre el paso en el acceso a la localidad sobre Ruta Nacional 127, no obstante ello antes es interceptada en el camino de ripio distante a 5 km del pueblo, previo los "cuchillos fácil" haberse descartado de una bolsa - que a la postre resultó contener un cuero lanar con la señal del establecimiento-. Dicha camioneta poseía dominio WWF-193, estando conducida increíblemente por un menor de 15 años quien no dudo en apretar el acelerador para alejarse de la policía, quien iba acompañado dentro de la cabina por otros 2 menores de 15 y 14 años -todos oriundos de la aludida localidad-, este último iba en la caja trasera junto a Santiago (19), precisamente donde se les descubre oculto debajo de un colchón, un cordero carneado delictivamente, sorprendiendo además que llevaban 2 crías de carpincho vivos, y una mulita ultimada, en clara evidencia que oficiaban de "pseudos cazadores furtivos" que pasaron a ser rápidamente cuatreros, motivo por el cual el Ministerio Público Fiscal dispuso que los menores sean entregados a sus progenitores, en tanto que el mayor quedara detenido en la alcaidía de la Jefatura Departamental por el supuesto delito de abigeato en flagrancia, por ende se les secuestró la unidad automotriz utilizada para transportar el animal sustraído, el producto del mismo -carne y cuero-, y el decomiso de los animales salvajes, donde las crías capibara fueron destinadas a un centro de reserva y/o protección de animal silvestres.