Bastante mezquino para su jerarquía individual. Con pocas ganas de ser protagonista, así cerró Patronato la primera ruda de la B Nacional. Fuera de la zona de ascenso, lejos de los equipos de punta y, sobre todo, muy escapado de las intenciones para la cual se conformó este plantel.
Porque mucho se invirtió desde donde se lo mire y no solo en lo económico. Individualidades, futbolistas de jerarquía y sobre todo, un largo plantel. Tal cual quiso el entrenador Marcelo Fuentes, con dos hombres por puesto, aunque todo ello, poco volcó al campo de juego en once fechas.
Cerró la primera fase en Santa Fe con un empate 0 a 0, sumando lo cual no es poco para lo que demostró. Cada vez más visitante, resignado rápidamente a ser protagonista, con las ganas de embocar alguna aislada contra, algo que nunca encontró.
Quedan 30 puntos en juego los cuales deberá salir a jugar desde hoy mismo, con un rápido lavado de cabeza de manera íntegra, desde el primer futbolista hasta el último integrante del cuerpo técnico. Porque la dirigencia hizo todo lo que se pidió, y fue la primera en apostar a un jugoso proyecto, el cual está cada vez más lejos de concretarse: el ansiado ascenso a Primera División.
BIEN PARADO. Buen arranque de Patronato. El Negro se paró bien en el campo, con dos líneas adelantadas y cortas, aprovechando lo ancho del reducto. Grazzini trató de ser la manija en el inicio, buscando el balón y abriendo espacios. El fuerte en ofensiva fue el sector derecho de ataque del Santo, con Caire como primera salida, buscando la subida de Guzmán y aprovechando a Caprari quien aguantó cada pelotazo.
Si bien no fue prolijo o al ras de piso, la visita se las ingenió para llevar peligro. Primero fue un disparo de Grazzini, tras un toque de Caprari para que contenga Castro, y luego un tiro libre cerrado generado por Guzmán, aprovechando la potencia zurda de Canuto, aunque el arquero local sin complicaciones la envió al córner.
Pero lentamente el dueño de casa fue saliendo y encontrando espacios y tenencia. Aprovechando las bandas, Fabro -por derecha- y Malcorra- en la izquierda- comenzaron a encontrar espacios e hicieron retrasar las líneas del Patrón. Si bien los ataques fueron mayoritariamente por el sector diestro con el ex Brown de Adrogué, Malcorra cerró líneas y fue opción de gol sorprendiendo por el medio. Además, Juan Rivas rompió líneas en mitad adelantándose en el doble cinco, siendo el más peligroso en el medio de Unión.
Así fue como a los 22´ el local tuvo la más clara. Por izquierda Gamba hizo pasar de largo a Andrade y remató de derecha, exigiendo a Bértoli ante la arremetida de Fabro que llegó hacia el área chica. Avisó el Tate quien hizo levantar a su público.
MEJOR EL LOCAL. Promediando la primera etapa Unión fue una tromba. La línea media de Patronato fue solo un espejismo, una barrera fácil de saltear para los hombres del Tatengue. Con la movilidad de sus puntas, quienes bajaron constantemente para abrir espacios, sumado a los volantes externos que con diagonales constantes complicaron a la visita, el dueño de casa fue en busca de la apertura.
Primero fue Martín Fabro con un disparo a distancia, luego Lucas Gamba quien entró de izquierda a derecha, para rematar y exigir a Bértoli, aunque no pudo con el arquero visitante. Pese a no poder meter el primero, el equipo de Madelón hizo méritos suficientes y pasó por encima a un desdibujado Patronato.
Es que los volantes del Negro no colaboraron en la marca- sobre todo Canuto-, y cada ataque local encontró mano a mano a los defensores de Patronato con los hombres ofensivos del Rojiblanco, incluyendo a los centrales del Rojinegro quienes perdieron referencias. Sin dudas el peor pasaje del Santo, quien comenzó a ver la finalización de la primera etapa con buenos ojos.
¿En ofensiva? Poquito y nada. Fueron pelotazos defensivos tratando de salir del asedio de Unión, para los delanteros que alternaron buenas y malas. Un desaparecido Canuto, un molesto Guzmán quien no cumplió en la marca y tampoco en el ataque, solo se limitó el Negro a alguna individual de Sebastián Grazzini, quien por momentos pareció ser un espectador de un partido de tenis, viéndola volar de un lado para el otro. Claro que cada vez que la encontró el Mago nunca tuvo opciones porque nadie se asoció, y los delanteros le dieron poco espacio en ataque, por lo que cada vez que la tuvo, Patronato la perdió casi de inmediato teniendo poco oxígeno en la faz defensiva la visita.
Así se fueron los primeros 45´, con un desconocido y desdibujado Patronato, con un rival que trató, propuso pero poco encontró. Paridad absoluta en el 15 de Abril.
UN PROPIO RIVAL. En el inicio del complemento Patronato hizo todos los méritos para que Unión abra el partido. Primero fue Damián Canuto quien perdió rápidamente dos pelotas sacando sendas contras el Tatengue, aunque no pudo aprovecharlas.
Luego, Marcelo Guzmán quiso salir hacia el medio- en el manual de lo incorrecto en el fútbol- y perdió el balón con Lucas Gamba, quien se fue cara a cara hacia el gol. Apareado con la marca de Andrade, el ex Independiente Rivadavia remató de derecha, y la pelota se fue besando el palo izquierdo de Bértoli.
A los 10´ de la segunda etapa, con más de 35´ para culminar el cotejo, Marcelo Fuentes resignó el triunfo para su equipo. A la cancha Esteban Orfano en lugar de Marcelo Guzmán, y adentro Emiliano Fernández por Matías Quiroga, quien al igual que todos los presentes, se sorprendió con su salida. Es que claro, el Flaco era el único capaz de aguantar los pelotazos defensivos, algo que nunca pudo hacer Caprari.
Si la intención fue tener la pelota, tampoco se concretó. Porque cada vez que Grazzini la agarró, nunca encontró compañeros. Porque Fernández fue un defensor más casi plantado como un quinto jugador en la última línea, porque Orfano disparó siempre hacia la punta, y nunca se cerró a encontrar sociedades, y porque Canuto, simplemente, fue intrascendente como casi siempre.
Y así todo lo que fue vino rápidamente. Lejos de ser protagonista, Patronato se limitó a tratar de sumar y con muchas chances de perder todo, resignando con tiempo de antelación, las posibilidades de quedarse con los tres puntos.
Y diga usted que el dueño de casa fue impreciso en los metros finales, equivocando siempre y eligiendo la opción incorrecta, ante el fastidio de los presentes.
POR UNA SOLA CONTRA. Y así se planteó el complemento. Feo para los amantes del fútbol, doloroso para los ojos, fue uno el que intentó pero sin ideas claras, y otro que se replegó sintiéndose bien visitante. Pero no por muchos méritos del rival, y si por la falta de intención, de ganas de ser protagonista y querer sumar de a tres.
Claro que mucho tuvo que ver su entrenador, quien en vez de buscar el ataque, el golpe a golpe tratando de abrir el partido, solo quiso cerrar el cotejo apostando a una inédita contra, la que nunca encontró. Fueron pelotazos divididos, en busca de quien sabe qué, demostrando el conformismo con sumar y que rápidamente todo se acabe.
Y así fue como se terminó todo y Patronato consiguió lo que quiso. Si, lo que buscó. Solo y tan solo sumar. Porque en el primer tiempo fue una sombra de su rival y rápidamente pidió que se termine, y porque en el complemento, desde el banco se quiso firmar el empate, cuestión que rápidamente acató el equipo. Se terminó la primera rueda y el equipo suma dudas e incrementa sus escasas chances de ascender a Primera División.
Ya muy lejos del trío de punta, cada vez más lejos de los cinco ascensos, deberán replantearse muchas cosas con un gran armado de individualidades, pero escaso protagonismo. Quedan 11 fechas, 30 puntos en juego y deberá ser otro equipo el que salte en cada cancha, si es que la ilusión por la cual se inició este proceso, quiere mantenerse en pie. 

Fuente: Diario Uno