En el día del patrono del trabajo, los militantes comenzaron durante la mañana la peregrinación desde el santuario ubicado en el barrio porteño de Liniers, y se congregaron frente a la Casa Rosada para pedir por “Pan, Paz, Tierra, Techo y Trabajo”.

Allí realizaron un acto de cierre encabezado por los dirigentes Daniel Menéndez, Juan Carlos Alderete y Esteban Castro, quienes advirtieron que “hay hambre en la Argentina y la responsabilidad es de este Gobierno que mira para otro lado”. Pero antes, las tres agrupaciones hicieron un alto en Plaza Once, donde almorzaron con ollas populares y aprovecharon para confluir con otros grupos de manifestantes, entre los que había gremios pertenecientes a la CGT. De ahí se dirigieron hacia el Congreso de la Nación, donde entregar un petitorio con firmas recolectadas para reclamarle a los legisladores.

Las primeras columnas de manifestantes comenzaron a llegar a la Plaza de Mayo cerca del mediodía por Diagonal Sur, Diagonal Norte y Avenida de Mayo, donde ya se habían instalado vendedores de productos regionales, remeras, y puestos de choripanes y hamburguesas. Otras columnas llegaron desde la zona Sur y cruzaron desde la media mañana el Puente Pueyrredón para dirigirse a la histórica plaza.

Con un discurso que tuvo muchas críticas al Ejecutivo y a su plan económico, Castro sostuvo que “el problema no son los compañeros que no tienen trabajo, el problema es que este gobierno los lleva a la marginalidad y de ahí es muy difícil salir”.

Uno de los principales reclamos de la jornada fue que el oficialismo acceda a debatir en el Congreso un proyecto presentado por los movimientos que sancione una emergencia alimentaria, debido a la malnutrición de los niños que asisten a comedores y merenderos, la cual se sumaría a la ya sancionada Ley de Emergencia Social.

“Vamos a profundizar la lucha porque este gobierno dice que esperemos hasta después de las elecciones para dar, para aplicar la emergencia social, y a este gobierno le decimos: el hambre y la desocupación no espera a las elecciones”, afirmó a su turno Alderete. Entre los pedidos al Gobierno, Alderete sumó “salarios y jubilaciones de acuerdo al costo de la canasta familiar, defender el trabajo, parar los despidos y frenar las importaciones”.

Por su parte, Menéndez aseguró que “cada vez concurren más chicos a nuestros comedores y estamos planteando la necesidad de una ley de emergencia alimentaria” y agregó: “Pero sobre todo que se revea la política que lleva el Gobierno, que debe convocar al diálogo de manera inmediata”.

Los dirigentes sociales también apuntaron contra la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien dijo que “convertir a San Cayetano en una movilización es una barbaridad” y “de muy bajo nivel”.  Como respuesta, Menéndez afirmó: “Cuánto se parece esa ministra al coronel (y ex secretario de Seguridad, Sergio) Berni, aquel que no dudaba un segundo en agarrar a la Gendarmería y repartir palos”.

Hacia el cierre del discurso, Castro agradeció el acompañamiento de la CGT y de la CTA Autónoma, al tiempo que recordó que el 22 de agosto acompañarán la marcha convocada por la confederación para “pelear contra este modelo de ajuste, de represión y de hambre”.

A raíz de la movilización hubo complicaciones en el tránsito durante varias horas en el centro porteño, como ocurrió en la Avenida 9 de Julio donde estacionaron los colectivos que llevaron a muchos de los militantes.

Por otro lado, la Policía Federal impidió al Frente Popular Darío Santillán (FPDS) y al Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) hacer un corte en el puente Pueyrredón, que une el partido bonaerense de Avellaneda con la Capital Federal.