El Sabalero, por su parte, le descontó unidades en la lucha por entrar a la próxima Libertadores y volvió a ganar tras cinco juegos.

Desde los primeros minutos, el partido contó con momentos protagónicos divididos. El Ciclón tuvo su tiempo en el que fue dominador y tiempo en el que resultó dominado, a pesar de que el negocio, una vez finalizada la etapa inicial, lo hizo el dueño de casa. De todos modos, quien aproximó primero sus narices al arco defendido por Jorge Broun fue el elenco de Diego Aguirre, por medio de un mano a mano con el arquero, que desperdició Gonzalo Bergessio. Pocos minutos después, fue Nicolás Leguizamón quien desperdició una inmejorable posibilidad para convertir, ya que en una posición muy similar a la de Bergessio, se las vio cara a cara con Nicolás Navarro y fue el dueño bajo los tres palos quien salvó la caída de su arco. La resistencia al "1" no le duró hasta el descanso, ya que a los 37, Leguizamón tuvo su revancha y tras verse favorecido dentro del área por una serie de rebotes, marcó el 1-0 tras un potente "bombazo".

En el complemento, rápido de reflejos, San Lorenzo reaccionó y pudo empatar el partido a los 2 minutos, por medio de Fernando Belluschi. A través de Bautista Merlini, una de las principales piezas en la creación de juego y el desequilibrio, el equipo de Boedo intentó quedarse definitivamente con el papel protagónico del partido, pero no contó con la fortuna necesaria para lograr su cometido y esto lo terminó pagando caro.

En una falla de Marcos Senesi en la última línea (poco después fue sustituido), a los 12, luego de una buena presión de Diego Vera, la pelota terminó dentro del área para que, con una verdadera genialidad, Facundo Pereyra venciera la resistencia de Navarro y volviera a dejar sembradas las dudas en Diego Aguirre y sus dirigidos, que ya nada tienen que hacer en este campeonato, puesto que perdió las chances matemáticas de alcanzar a Boca.