Comenzó como se preveía. La historia se hizo sentir en la cancha del la máquina roja de Chajarí y el local no entró bien. Quizás tocado por lo que significaba llegar por primera vez a una final y porque en la tribuna no solo se encontraba la gente normal de todos los domingos, sino que hinchas con mucha experiencia veían nostálgicos como su club estaba por primera vez en el ojo de toda la región por haber accedido a esa instancia.

No estuvo preciso, es verdad. Pero fue de menos a más y en ese proceso se terminó agrandando y sabiendo que sí se podía. No fue el mejor partido del delantero de Federal, ex Ateneo, pero Duarte estuvo movedizo en ataque, pero con la marca pegajosa a sabiendas que podía hacer daño severo con milímitros de distancia para el ídolo del club. En el ST marcó el camino para que su equipo se atreva a más y sacó muchas faltas cerca del área que terminaron en un resultado a favor.

Por su lado, Felix Rivero fue el tercer cambio para su equipo. Entró para poner orden al medio y se hizo sentir, porque Santa Rosa no pudo acertar más una contra desde su ingreso. Con un par de minutos en cancha, Tiro Federal metió el 2 a 1 que tildó a la tarde roja y negra con un equipo que culminó los últimos minutos del partido con autoridad. Falta una mira más que gatillar y hay otra bala en la recámara...

Fuente: Semanario La Voz