A los 81 años (el 25 del corriente hubiera cumplido 82), falleció Roberto Pipo Ferreiro, un emblema del Independiente bicampeón de América de la década del 60 y un enorme estratega convertido en el capitán del barco que arribó a buen puerto después de varios intentos el 28 de noviembre de 1973, cuando el mundo se rendía a los pies de la entidad de Avellaneda.


Una dura enfermedad apagó la vida de uno de los tantos responsables de la mística del Rojo. Lució con orgullo su divisa entre 1958 y 1968, conquistando tres títulos locales (1960, 1963 y Nacional 1967). Y a nivel internacional, las Copa Libertadores 1964 y 1965, primeros éxitos de un equipo argentino en esta competición.

Tras un paso por River y Millonarios de Bogotá, regresó a Independiente, pero ya con el buzo de DT. Ahí consiguió lo máximo que puede alcanzar un club: la Intercontinental. Fue en la recordada final con la Juventus, en el Olímpico de Roma, con el recordado golazo de Ricardo Bochini, al cabo de una serie de paredes con su compadre Daniel Bertoni.

Además, logró la Libertadores e Interamericana 1974, siempre en el Rojo. Defendió la camiseta argentina y disputó el mundial de Inglaterra 1966. También tiene logros en el ascenso. Fue el técnico que llevó a Chicago por primera vez a la A (1981) y a Dálmine a la B Nacional en 1989.