Aunque ya se sabía que los tentáculos de la poderosa Ndrangheta calabresa, de la Cosa Nostra siciliana y la camorra napolitana habían alcanzado la capital italiana desde hace tiempo, el nuevo escándalo dejó en evidencia una criminalidad organizada autóctona y original, "made in Roma", que ya no habla dialecto siciliano, calabrés o napolitano, sino en romanaccio. "Con esta operación, respondimos a la pregunta de si la mafia está en Roma", dijo el fiscal jefe Giuseppe Pignatone.
En un marco de usura, corrupción, extorsiones, facturas falsas, reciclaje, esta "Gomorra romana" no sólo manejaba licitaciones y fondos públicos de la comuna y de la región del Lazio, sino también la gestión de centros de inmigrantes. Todo para hacer negocios: en la megarredada quedaron secuestrados bienes por 200 millones de euros.
Este enésimo escándalo de corrupción que sacude a Italia determinó anteayer 37 arrestos y un centenar de personas indagadas, entre ellas una personalidad ilustre: el ex alcalde de derecha y posfascista Gianni Alemanno, que estuvo al frente de la ciudad entre 2008 y 2013, en las filas del partido del ex premier Silvio Berlusconi. "No tengo nada que ver con todo esto y lo voy a demostrar", dijo Alemanno, que decidió ayer dejar todos sus cargos al frente de su partido de derecha, Fratelli d'Italia (Hermanos de Italia) y de una fundación.
Pero el escándalo también salpicó a dirigentes comunales y regionales de otros colores políticos, también indagados por asociación mafiosa. De hecho, cuando Ignazio Marino, actual alcalde de Roma, del Partido Democrático, de centroizquierda, sucedió a Alemanno, el grupo logró infiltrarse igual, a través de coimas a asesores de ese partido.
En la cima de la "cúpula" -y esto es lo más impactante- estaba un personaje muy conocido en el mundo del hampa que anteayer quedó tras las rejas. Se trata de Massimo Carminati, ex terrorista de los Núcleos Armados Revolucionarios, un grupo neofascista que operó en Italia a fines de la década de 1970, punta de lanza de Banda de la Magliana, un grupo criminal que en esa misma época aterrorizó Roma con robos, asaltos, secuestros y asesinatos.

El rey
Apodado "el último rey de Roma" o "il Nero", Carminati, de 56 años, había sido acusado de diversos homicidios, del asalto a un banco, de tráfico de estupefacientes y hasta había sido involucrado hace años en el famoso escándalo de apuestas en el fútbol. De hecho, la gran pregunta que se hacen todos -ayer en un editorial en primera plana del diario La Stampa- es cómo pudo ser que alguien como él, con semejante prontuario, estuviera libre.
Carminati, también llamado "el Tuerto" debido a una herida en un ojo, tenía contactos con empresarios, políticos, directores de empresas públicas y personajes del crimen organizado. Y su grupo operaba a través de contratos de millones de euros obtenidos con tangenti (coimas) o extorsiones.
De esa manera, se aseguraba el manejo del sector de la recolección de la basura, de las áreas verdes, de las bicisendas y hasta el de los campos para gitanos, refugiados e inmigrantes que fueron llegando en diversas oleadas a la península.
"¿Tenés idea cuánto ganás con el business de los inmigrantes? Los inmigrantes rinden más que la droga", es una de las tantas frases que fueron interceptadas a Salvatore Buzzi, brazo derecho de Carminati, también arrestado, en escuchas telefónicas que dieron lugar a la megaoperación.
Ésta se basó en una investigación que duró dos años y que contó con las revelaciones de un arrepentido, Roberto Grilli, arrestado con 500 kilos de cocaína en un velero, que fue contando cuáles eran los lugares de reunión de la organización, así como dónde ocultaban armas.
Un dato curioso es que en los allanamientos que tuvieron lugar en las oficinas y residencias de los involucrados en "Mafia capital", los carabineros se encontraron con una sorpresa: 20 cuadros y pinturas de notable valor, entre ellas obras de Andy Warhol y de Jackson Pollock, que pertenecerían a Carminati. Los cuadros serán analizados ahora por expertos para certificar si se trata de obras auténticas o falsas.

Renzi intervino el PD romano
El primer ministro italiano, Matteo Renzi, anunció ayer la intervención del Partido Democrático (PD) romano después de que se destapara una presunta trama mafiosa de corrupción en la alcaldía de Roma, que afecta también a su partido. "Vale para todos el principio de presunción de inocencia. Ciertos temas me producen rabia. Sí, el epicentro es la administración [de Gianni] Alemanno, pero algunos del PD romano no pueden sentirse aliviados", dijo Renzi.