INTERNACIONALES
26 de agosto de 2016
Por qué hay tantos niños entre los fallecidos en el terremoto en Italia
Luego de quedar atrapada entre los escombros durante 16 horas junto al cadáver de su hermana, Giorgia, de 8 años, fue rescatada. Se convirtió en el símbolo del terremoto que golpeó Italia y que pareció ensañarse con los más chicos.
Giorgia, de 8 años, se convirtió ayer en el símbolo del terremoto que golpeó Italia central y que con sus 250 muertos y 365 heridos hasta el momento pareció ensañarse especialmente con los más chicos.
Luego de quedar atrapada entre los escombros durante 16 horas junto al cadáver de su hermana de 10 años, Giorgia fue finalmente rescatada por los bomberos en su casa de Pescara del Tronto. "Espero que Giorgia tenga pocos recuerdos de los momentos que vivió: en verdad, espero que no recuerde nada", dijo a la RAI Angelo Moroni, el bombero que extrajo a la pequeña de entre los restos de su casa. Los padres de la pequeña también lograron salvar su vida.
"Excavamos con las manos por horas y horas", contó Moroni sin esconder sus lágrimas. "Para mí, el rescate fue una alegría", dijo.
La pequeña fue operada anoche en un hospital de la ciudad de Ascoli Piceno y evoluciona favorablemente.
El último recuento oficial ofrecido en Roma por la jefa de emergencias de la Protección Civil, Immacolata Postiglione, elevó ayer el número de muertos a 250, y 365 heridos, en las pequeñas localidades del centro montañoso al norte de Roma sacudidas por un sismo de 6 grados en la escala de Richter a las 3.36 de anteayer. Y aunque no había cifras oficiales, tanto los rescatistas como las autoridades insistían en que había "muchísimos" chicos entre los muertos.
Los medios italianos se hicieron eco especialmente de las numerosas historias de víctimas menores de edad. Las cifras son altas debido a que en Italia es frecuente que durante las vacaciones de verano los padres que trabajan en las grandes ciudades manden a sus hijos a las aldeas de montaña con i nonni "los abuelos". Además, son también muchas las familias que especialmente en agosto descansan del estrés de la ciudad y pasan las vacaciones en sus pueblos de origen, en el así llamado turismo di ritorno.
La víctima más joven fue un bebé de ocho meses que pese a ser rescatado con vida en la localidad de Accumoli murió mientras era trasladado en ambulancia al hospital. El resto de su familia fue encontrada minutos después. Primero, sus padres, que sólo resultaron con heridas, y luego su hermano, un chico de ocho años que tampoco logró sobrevivir a la tragedia.
En Amatrice, que con 193 muertos es la ciudad con mayor cantidad de víctimas, impactó también la historia de Alfredino, un chico de 11 años. Durante horas el pequeño estuvo pidiendo ayuda entre los escombros, mientras los equipos de rescate intentaban despejar los restos que lo aprisionaban. Pero su voz se fue apagando y cuando los socorristas finalmente consiguieron llegar a él, ya había muerto.
No fue mejor el destino de los hermanos gemelos Simone y Andrea Serafini, de 7 años, también en Amatrice. Simone fue rescatado aún con vida y lo trasladaron en helicóptero a Roma, pero murió después a causa de las heridas. Andrea, en cambio, no logró sobrevivir y su cuerpo fue hallado sin vida de entre los escombros.
Las escenas de la ciudad resultan apocalípticas e inexplicables. Un edificio de tres pisos quedó intacto, excepto su fachada. Como si fuera una casa de muñecas, se pueden ver sus habitaciones, cocina, sala, servicios.
Los propietarios, incrédulos, intentaban recuperar algunas de sus pertenencias. Un anciano acompañado por una joven salió ayer con una valija con ruedas donde pudo acumular las pocas cosas que logró rescatar de entre los escombros.
En tanto, los equipos de rescate continuaban excavando sin pausa en busca de posibles supervivientes, aunque desde la noche de anteayer no se han vuelto a encontrar personas con vida y sólo se recuperaron cadáveres.
Las tareas se complican aún más para los equipos de socorro que trabajan en la llamada "zona roja" de Amatrice, donde deben subirse a los inestables escombros e ir liberando el terreno mientras continúan las réplicas del sismo.
Ayer por la tarde, un nuevo temblor de 4,3 grados en la escala abierta de Richter causaba nuevos derrumbes en un edificio situado junto al parque de Amatrice, donde hay un campamento para voluntarios que trabajan en tareas de rescate.
El temblor volvió a causar pánico entre los pocos habitantes que quedaron en los alrededores del pueblo, que cuenta con 2600 habitantes, pero que en el momento del terremoto había triplicado su población. Además de ser un lugar turístico muy frecuentado por los romanos, se avecinaba este fin de semana la fiesta del spaghetti alla matriciana, un plato local conocido internacionalmente por la salsa inventada en esta ciudad.
El Instituto Italiano de Geofísica y Vulcanología (INGV) informó que ya fueron más de 640 los temblores que se produjeron en la zona desde el gran terremoto de la madrugada de anteayer, entre ellos 88 de entre 3 y 4 grados en la escala de Richter, nueve entre 4 y 5 y sólo uno ha superado la magnitud de 5 grados.