El Ejecutivo entrerriano aplicó un fuerte incremento en los impuestos inmobiliarios en el primer período del 2016, respecto del último del 2015, ya que en algunos casos la suba representa más del 50 por ciento del valor.

La explicación oficial de la Administración Tributaria de Entre Ríos (Ater) trató de minimizar el impuestazo, ya que estimó que “el 55 por ciento de las partidas implicará correcciones  nominales menores a los 35 pesos mensuales; el 25 por ciento siguiente tendrá un incremento nominal menor a los  83 pesos mensuales; y el 15 por ciento restante un aumento nominal menor a los 263 pesos mensuales”.

La suba responde al procedimiento dispuesto por la Ley de valuaciones, a través del Decreto 40/16, que establece “la adecuación de los valores aplicables al costo del metro cuadrado y el valor de la tierra, para los impuestos inmobiliarios urbano y subrural”.

La Ater incorporó estos valores para la  emisión del impuesto inmobiliario urbano y subrural para el período 2016, cuyos vencimiento comenzó a operar en febrero.  “En el mismo sentido, se adecuaron las tablas del impuesto, de modo que morigeran el impacto al momento de determinar el tributo según cada trama de valuación”, dicen desde el organismo fiscal.

Ajuste sobre los trabajadores

El aumento de los impuestos provinciales se suma a la presión fiscal que ejerce el gobierno nacional sobre los trabajadores con la devaluación y las quitas de los subsidios a la  luz, el gas y el transporte, por lo que el ajuste cae sobre los sectores más vulnerables de la economía.

En Entre Ríos el cuadro se agrava sobre los empleados públicos, ya que el año pasado no obtuvieron una actualización de sus salarios para el segundo semestres como se había acordado en paritarias y hasta el momento no hubo un acuerdo que permita recuperar el sueldo, que quedó retrasado.