Marcó tantos de todos los colores en el 6-1 a Newcastle y llega con toda la magia para la fecha de eliminatorias con Argentina.

Sergio Agüero jugó uno de esos partidos sin olvido posible. Al Manchester City se le complicaba la vuelta al éxito, tras dos derrotas consecutivas que lo desbancaron de la punta de la Premier League. El equipo de los argentinos -además del Kun, fueron titulares Zabaleta y Otamendi- caía de local contra un Newcastle que estaba dispuesto a plantársele a su poderoso rival. Pero de pronto apareció toda la genialidad de Agüero para desarmar un partido que estaba muy difícil y, con cinco goles en apenas veinte minutos, dejar en claro que llegará a la fecha de las eliminatorias con la magia en su nivel más alto. Para establecer un lapidario 6-1 que tendrá para siempre su sello de goleador espectacular.

El visitante, donde jugó otro argentino, Fabricio Coloccini, pasó adelante a los 17 minutos luego de una buena escalada por la izquierda de Mbabu, quien envió un centro envenenado al área. El rechazo corto de Otamendi posibilitó que siguiera la jugada y un nuevo envío aéreo, medido, encontró la cabeza de Mitrovic, quien puso el primer gol del partido para instalar la sorpresa en el Etihad.

Toda la historia del primer tiempo parejo y difícil para el local cambió drásticamente en el segundo. Y fue determinante para eso la enorme actuación de un Agüero desatado, en uno de los mejores partidos de su gran carrera futbolística. Cuando iban apenas tres minutos, dio vuelta el partido con un par de enganches que descolocaron a la defensa y un remate que se coló contra el palo izquierdo de Krul luego de un pequeño desvío en un jugador del Newcastle.

Por si era poco con Agüero, el holandés De Bruyne puso a los 7 minutos un hermoso gol al calzar de volea un centro que se coló por arriba del arquero. Un auténtico golazo. Pero la fiesta todavía iba a seguir.

¿Quién podía aumentar para el City? Claro, el Kun, con un derechazo fulminante que volvió a superar a Krul.

¿Suficiente? ¡No! Porque el Kun todavía marcaría su quinto gol personal para llevar al delirio a los seguidores del City.

Manuel Pellegrini decidió terminar con la fiesta a media hora del final del partido e incluyó a Bony por Agüero para que se llevara la ovación del estadio. Siempre quedará la pregunta de cuántos goles podría haber marcado el Kun si seguía dentro de la cancha hasta el minuto 90.

Ya sin Agüero en la cancha, el partido se estancó y el City frenó su andar goleador. Era suficiente. El Kun -como en la semana por la Champions ante el Borussia Monchengladbach- ya había cumplido con su papel para que este sábado fuera inolvidable.