Una iniciativa del diputado provincial Jorge Monge (UCR) establece un máximo de media hora de espera en las sucursales y una mecanismo para calcularlo y controlarlo. Se prevee el pago de indemnizaciones a clientes en caso de incumplimiento.

Un proyecto de ley para regular el tiempo de espera en las sucursales del Nuevo Banco de Entre Ríos fue presentado en la Cámara de Diputados por el legislador Jorge Monge (UCR). El texto establece la implementación de “un mecanismo claro, ágil y eficaz de atención al público, que no podrá exceder los 30 minutos de espera“ y obliga el pago de una indemnización de $100 por cada 10 minutos de exceso de espera.

La normativa fija en la órbita del Poder Ejecutivo el mencionado control, por el cual los usuarios tendrían “derecho a ser informados por el Banco sobre el tiempo de espera aproximado para su atención personalizada y/o en cajas”. La empresa deberá “instalar en el sector de ingreso la tecnología necesaria” y garantizar una “constancia escrita del otorgamiento de un turno para atención”.

La constancia deberá contener los datos correspondientes al agente financiero, datos del cliente, nombre, domicilio, fecha y hora de emisión del turno, número de orden, la cantidad de personas en espera existentes al momento de dar el turno para un trámite similar, el tiempo estimado de demora para su atención.

“En caso de que la atención supere en 10 minutos lo estipulado en la constancia” establece el proyecto de Monge, “el banco deberá pagar una indemnización al cliente perjudicado de pesos Cien ($100,00.-) por cada 10 minutos de espera”.

También se regula que “el monto de la indemnización prevista en el artículo anterior se modificará en cada oportunidad que se verifique un aumento de sueldos a los agentes de la administración central del Superior Gobierno de Entre Ríos, incrementándose equivalente al porcentaje de aumento”.

Los fundamentos del proyecto recuerdan la existencia de la ley 10.236 que establece multas por demoras superiores a 30 minutos en la atención al público, que tendría “similar espíritu” que el proyecto para el Bersa y sobre la cual, señala el diputado radical, “observamos escasa adhesión, y sí una continua insatisfacción de usuarios y consumidores de diversos servicios”.