El entrenador de Boca contó los motivos por los que arremetió contra Rodolfo D'Onofrio en el campo de juego. Consideró que la suspensión del encuentro fue "lógica" pero que no debió demorarse tanto.

"Siento mucha vergüenza. Este es un club que siempre tuvo como anhelo que la familia venga al estadio y con esto la ahuyentamos. Sigue ganando la gente que no quiere que este fútbol mejore. Esto tiene que servir para mejorar en todo sentido. Esto se vio en todo el mundo y no es lo que queremos", dijo Rodolfo Arruabarrena en la conferencia de prensa el día después del escándalo en la Bombonera.

El "Vasco" admitió que era "lógico" que ante la agresión a los jugadores de River el encuentro se suspendiera y lamentó que la determinación se postergara.

"Me acerqué a Gallardo para saber qué había sucedido y él me dijo lo que pasó. Le dije a Darío (Herrera) que se tomara su tiempo y que, si tenía que suspender, que lo hiciera", comentó el entrenador. En ese marco, agregó: "Darío quería continuar y la Conmebol también. Lo más sensato era suspender por la agresión a los jugadores de River".

Arruabarrena sostuvo que en el campo de juego "había mucha confusión" y consideró que los jugadores de Boca demostraron haber sido "solidarios dentro de la cancha". También contó que se enojó con el presidente de River, Rodolfo D'Onofrio, porque "entró a la cancha a crear más confusión, cuando se necesitaba tranquilidad".

Ante una eventual sanción por parte de la Conmebol que derive en una eliminación de Boca, "El Vasco" afirmó que su equipo "acatará y punto". Asimismo, planteó: "Hubo una agresión a jugadores que implica una vergüenza para el fútbol argentino y para nosotros mismos".

Más tarde, en diálogo con América & Closs, el director técnico argumentó que los jugadores se alinearon para jugar el segundo tiempo porque desde la organización les dijeron que el partido iba a continuar. Aseguró que recién se enteraron de la suspensión cuando la misma fue anunciada a través de los parlantes del estadio.

También negó haberle pedido a Gallardo que cambiara a los jugadores afectados por el gas pimienta. "Yo fui jugador", se excusó ofuscado, y defendió a los jugadores por levantar los brazos hacia la tribuna antes de retirarse del campo de juego: "Se saluda siempre".