El informe que los médicos forenses remitieron a la fiscalía sobre autopsia al cuerpo de Kathaleya Quetzaly Hernández González, fue contundente y la base de la acusación de la Fiscalía hacia los padres de la pequeña. El detalle de las lesiones que la beba sufrió en solo dos meses de vida y le causaron la muerte es escalofriante.

Las fiscales Evangelina Santana y Jimena Ballesteros, que dialogaron con Elonce TV, advirtieron que se está ante un hecho al que calificaron como “muy grave” y por tal motivo, imputaron a Cristian Gabriel Hernández (24) y Ariana Gisele González (22), por el delito de “homicidio agravado por el vínculo y homicidio agravado por alevosía en carácter de coautores”.

“El pediatra debe advertir si hay pequeñas marcas en una revisación general”

Al ser consultada por Códigos, la médica pediatra Amelia Niveyro reconoció que si bien los pediatras están capacitados para reconocer y prevenir el maltrato infantil, observó que si un profesional de la salud “se dedica a maltrato infantil y abuso sexual, termina en una eclosión emocional. Son temas que conllevan una carga de dolor muy importante en el ser humano que está a cargo de la situación, el ver el sufrimiento de una criatura”.
Puso relevancia en que el maltrato infantil “es una entidad nosológica que se puede prevenir, diagnosticar prematuramente, que se puede diagnosticar tardíamente y tratar en un tercer nivel de rehabilitación”.

La profesional dijo que “se hace preguntas”, tales como “¿fue un embarazo deseado?, ¿recibió los controles correspondientes la mamá en plena época de pandemia?, ¿el parto fue institucionalizado?; ¿quién hizo los controles de esta bebé, que son cuatro en el primer mes y luego el segundo mes?” y tras esto afirmó: “Los pediatras estamos preparados para que nos suene la alarma cuando vemos una pequeñísima marca en el cuerpo de la criatura”. Y fue más allá al señalar que “a los estudiantes actuales (de medicina) se les enseña cómo diagnosticar el maltrato infantil, cómo tratarlo y fundamentalmente prevenirlo”.

“El pediatra debe advertir esa pequeña marca en una revisación general de una criatura y preguntarse cómo sucedió. Los pediatras están preparados para hacer diagnóstico diferencial para maltrato infantil. El tema es que la criatura debe ser llevada a control, porque si no el sistema no la puede percibir”, reconoció la pediatra.

Al mismo tiempo puso relevancia en que “hay diferentes indicadores que en la piel y los huesos nos hablan de la posibilidad de maltrato”. Por ejemplo, aseveró que el “síndrome del bebé sacudido” se puede advertir en un fondo de ojo: en la retina se ven pequeñas hemorragias que son signos escondidos de esto”.

Puso relevancia en que hay que prestar atención cuando “no hay coherencia entre lo que dice el adulto responsable de esa vida con lo que yo estoy viendo como médico. Hay que actuar expeditivamente. Todos, como equipos de salud, enfermeros, psicólogos, trabajadores sociales, agentes sanitarios que son un elemento fundamental en el barrio, que son la que le avisan, conocen a la familia, cada uno da su punto de vista y hay que ser mucho más expeditivos”.