La ciudad de Berlín aprobó un referéndum para expropiar al menos 240 mil viviendas para volcarlas al mercado de alquileres. La iniciativa no es vinculante, pero obliga al senado de la capital alemana a tratar el proyecto.

Berlín es una de las ciudades europeas con mayores problemas de vivienda. Como publicó LPO, días atrás el gobierno local cerró un acuerdo y adquirió 14.500 casas y locales comerciales para intentar bajar los precios de los alquileres.

Sin embargo tras reunir más de 70 mil firmas, organizaciones sociales lograron que el mismo día que los berlineses votaban a sus nuevas autoridades también se expresaran sobre un proyecto para expropiar a las inmobiliarias que tuvieran en su porfolio más de 3000 mil propiedades.

«Expropiar a Deutsche Wohnen & Co» fue el título del referendum, que tiene a la mayor inmobiliaria alemana como blanco. La moción se impuso por el 56% y obtuvo más de un millón de votos.

La socialdemócrata Frankiska Giffey será quién encabece el nuevo gobierno y en sus primeras declaraciones aseguró: «Vamos a buscar la forma de aplicar el resultado del referéndum».

Tras el resultado, el Senado de Berlín tiene la obligación de iniciar «todas las medidas necesarias» para transferir los bienes de las inmobiliarias con más de 3000 propiedades en su cartera a instituciones públicas.

Más allá del empujón del referéndum no está claro que pueda llevarse adelante. Las estimaciones hablan de un costo de hasta 36 mil millones de euros. Los cálculos de los organizadores del referéndum son menores: esperan que Berlín pague como máximo 13.600 millones de euros en forma de bonos atados al pago de los alquileres.

El mayor obstáculo para la aplicación del referéndum está en la justicia: años atrás, cuando el gobierno intentó regular los alquileres fue frenado en los tribunales alemanes.