En la previa, River e Instituto emprendieron una guerra dialéctica por la organización (o desorganización) de la Copa Argentina, que pautó el encuentro en un momento incómodo para el conjunto cordobés. Y en esa batalla, el Millonario respondió como suele hacerlo en el último tiempo: dentro del territorio.

Aunque sufrió en algunos pasajes del trámite, aplastó a la Gloria imponiéndose por 4-1 y obteniendo el pasaje a octavos de final, instancia en la que aguarda por el ganador del duelo entre Temperley-Defensa, que juegan este lunes.

En el primer tiempo el desarrollo generó sorpresas. El conjunto cordobés -que inició su pretemporada hace pocos días- mostró mayor lucidez que el club de Núñez, que se quedó con 10 por la expulsión de Gonzalo Martínez.

De todas maneras, en un deporte grupal, la diferencia empezó a gestarse por una comparación individual: Facundo Castelli falló las dos que tuvo y Lucas Alario concretó -con una gran definición- el 1-0 cuando se moría la etapa inicial.

Lo liquidó

En el complemento el Millo volvió a mostrar falencias en la generación de juego durante el primer cuarto de hora. Pero el nivel fue creciendo y desmoronó anímicamente a su rival a partir de la expulsión de Facundo Agüero.

Es que cuando los dos quedaron con 10 hombres, los de Núñez expusieron su abanico de variantes en ataque para destruir a su oponente. Primero se lució Enzo Pérez con una excelente definición, luego Franco Olego descontó con otro remate de larga distancia pero la expectativa duró poco, ya que Jonatan Maidana extendió la diferencia con un gran cabezazo y Santos Borré también pudo debutar en la red para estampar el 4-1 definitivo.

De esta manera, se sacó de encima a dos rivales en pocos días y sigue escalando en la Copa Argentina, certamen en el que defiende el título.