De la mano de un Gonzalo Bravo intratable, acompañado por Mauro Ortiz y Nahuel Benítez, en la ofensiva, más la presión del mediocampo, Riestra consiguió lo que buscaba: los dos goles para dar vuelta la serie final y encaminarse a hacer realidad ese sueño llamado Nacional. Nahuel Benítez, con un certero penal, anotó el primero y en la acción siguiente, Bravo lo tuvo mano a mano, pero definió desviado.

El Blanquinegro era más y dominaba a un rival que no inquietaba. Nuevamente, tras una acción combinada entre los de arriba, Ortiz definió con un tiro rasante y anotó el gol que le permitía lograr el ascenso histórico. El frío y la lluvia le daban un marco especial a lo que era hasta ese momento la consagración del conjunto del Bajo Flores.

Sin embargo, en el complemento, el Cartero, obligado a descontar, al menos para ir a la definición por penales, salió con otra intención y generó varias situaciones, pero el travesaño -dos veces- y la seguridad de Morel se lo terminaron impidiendo. Hasta que se produjo la inesperada invasión y la definición del ascenso quedó en veremos...