Las designaciones, la jura y las primeras medidas Sergio Massa en el centro de la escena, con un paquete bajo el brazo
Por Mario Wainfeld
Esta columna repasa a modo de racconto escenas y sucedidos de los últimos días. Empecemos por el último acto de ayer: la presentación del ministro de Economía, Sergio Massa, del primer paquete de medidas. Massa leyó con suficiencia un discurso del que no se apartó nunca. Contestó con calma las preguntas de periodistas. Negó ser un superministro, ninguneó la metáfora de la bala de plata. Pero se mostró (o se ostentó) como un decisionista, muy bien informado. Como un funcionario activo que ya celebró sigilosamente reuniones con las corporaciones empresarias y, según asevera, con resultados contantes y sonantes en dólares. Como el nuevo jefe de una administración renovada (autocriticada) que controlará despilfarros en la asignación de gastos públicos y abusos del sector privado (subfacturaciones y sobrefacturaciones amañadas). Escatimó hasta la avaricia el sentido del humor que prodigaba en Diputados.